Se conocieron más detalles del crimen del anciano en el barrio San José
Un hombre de 96 años fue asesinado a golpes y puñaladas dentro de su vivienda del barrio San José durante un robo del que habría participado una sola persona.
A Antonio Coniglio (96) se lo podía ver todos los días en la vereda de su casa de Dorrego 3420. En el barrio lo conocían tanto por su longevidad como por su amable postura para saludar a todo el mundo y dar charla. Apoyado en el umbral de la casa solía hablar con los vecinos que iban de paso hacia el supermercado chino ubicado a algunos metros nomás. Por eso llamó la atención que en la soleada tarde de este jueves no se asomara a la calle, aunque mucho más preocupó a su hijo, cuando llegó a visitarlo, que la puerta principal estuviera entornada.
Eran las 17 cuando el hombre descubrió a su padre sin vida a un costado de la cama, en medio de un charco de sangre. Don Antonio, el que había atravesado miles de peripecias a lo largo de casi un siglo de vida, había sido asesinado de una certera puñalada en el cuello y varios golpes.
Lo primero que vieron los policías al acudir al llamado de emergencia fue un típico escenario de robo, con una pieza revuelta como quien busca algo sin saber si existe. Lo que los peritos especializados en escena del crimen y el fiscal Alejandro Pellegrinelli observaron fue mucho más que eso. Entendieron rápidamente que el asesino podía ser una persona conocida o que se había ganado la confianza del anciano.
El homicidio de Coniglio se transformó en el número 20 del año 2018 y el segundo en ocasión de robo luego de aquel crimen del encargado de un camping en Estación Chapadmalal.
“Creemos que actuó una sola persona, pero esto es algo que deberá resolverse a partir de los informes de los peritos de la Policía Científica”, explicó anoche el fiscal Pellegrinelli en diálogo con LA CAPITAL.
De acuerdo a los datos preliminares y en función de algunos testimonios recabados en el lugar del hecho, a Coniglio lo habrían asesinado poco después del mediodía de este jueves. Al menos un vecino dijo haberlo visto en la mañana.
Los indicios en el interior de la casa demostrarían que el anciano compartió algunas bebidas con un visitante, ya que había vasos usados sobre una mesa y una botella de vino y otra de whisky. El hecho de que la puerta de acceso no tuviera forzada su cerradura también aumentó la convicción de los investigadores de que el asesino podría ser una persona conocida o que ganó la confianza de Coniglio.
Las lesiones que presentaba -en el cuello de una profundidad considerable- fueron causadas por un cuchillo de hoja mediana, similar al que encontraron en una pileta con algunas manchas de sangre pero con evidentes signos de haber sido lavado.
Sobre la cama de la habitación había otros cuchillos pero se cree que quedaron allí durante el accionar del asesino para buscar algunos objetos de valor.
Precisamente, para la fiscalía la hipótesis inicial es la del intento de robo, el cual pudo haberse ejecutado de forma espontánea y no premeditada.
El cuerpo de Coniglio también evidenciaba golpes pero las conclusiones finales sobre las heridas sufridas surgirá de la operación de autopsia que realizará el Cuerpo Médico Forense en la jornada del viernes.
Hasta esta noche no había ningún sospechoso del homicidio del anciano y el fiscal Pellegrinelli había confiado en la comisaría de jurisdicción los primeros pasos investigativos.