Se conoce el fallo en el juicio por el homicidio de Gabriel Aramayo
El Tribunal Oral Nº 4 dictará sentencia en el caso que tiene como imputados a Sergio Urbistondo, Franco Altamiranda y su primo, Claudio “Pirulo” Altamiranda. El fiscal Leandro Arévalo pidió la pena de 17 años de prisión para los primeros, y de ocho años y seis meses al restante.
El Tribunal Oral Nº 4 dará a conocer hoy el fallo en el juicio por el homicidio de Gabriel Aramayo (29), ocurrido durante un “robo piraña” en junio de 2020.
Los jueces Alfredo Deleonardis, Gustavo Fissore y Juan Galarreta dictarán sentencia en el caso que tiene como imputados a Sergio Urbistondo (37), Franco Altamiranda (25) y su primo, Claudio “Pirulo” Altamiranda (22). Para los dos primeros, el fiscal Leandro Arévalo solicitó la pena de 17 años de prisión, mientras que con respecto al restante consideró que deben condenarlo a ocho años y seis meses de cárcel.
Para el instructor judicial Aramayo fue asaltado bajo la modalidad de “robo piraña” por una pandilla de jóvenes residentes de un asentamiento ubicado entre los barrios San Antonio y Santa Mónica.
El objetivo de los agresores era, según sostuvo el investigador, robarle la motocicleta a la víctima para luego venderla completa o desguazarla y hacerlo en partes. Conforme la reconstrucción del caso, cerca de las 23 del martes 9 de junio de 2020 la víctima conducía su motocicleta marca Honda XR de 150 cilindradas de colores rojo y blanco, con la que trabajaba como delivery de comida. El repartidor circulaba por la avenida Polonia y, al llegar a la altura de Hernandarias, un grupo de entre cuatro y seis jóvenes atacaron a golpes de puño y palazos.
Los vecinos de la zona escucharon los ruidos desde sus casas y salieron en auxilio del motociclista, lo que permitió que los ladrones intentaran escapar y abandonaran allí el botín: el vehículo, un bolso y una zapatilla. Para que la fuga se consumara, un miembro de la pandilla que no se hallaba en el lugar apareció sorpresivamente y efectuó disparos al aire con un arma de fuego, lo que amedrentó a los testigos.
Aramayo, a pesar de los golpes, logró recomponerse parcialmente y en el mismo rodado que habían intentado robarle se dirigió por sus propios medios al HIGA. Allí, los médicos constataron que presentaba graves lesiones: entre ellas, padecía un severo traumatismo de cráneo, que motivó su internación inmediata.
Cinco días después, el 14 de junio, el repartidor murió en el nosocomio local y la investigación del hecho pasó a ser caratulada “Homicidio en ocasión de robo”. A través de ello, Arévalo logró identificar al sospechoso de haber efectuado los disparos como Claudio “Pirulo” Altamiranda y ordenó su detención.
El homicidio
El 15 de junio se consumó dicho procedimiento y Altamiranda quedó alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán. Al comparecer ante el instructor judicial, el sospechoso se declaró inocente e incluso hubo una protesta en la puerta del edificio de Tribunales en reclamo de su excarcelación.
En simultáneo, tomó parte de la investigación el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Marcelo Yánez Urrutia. Es que el esclarecimiento del hecho indicaba que en la pandilla había menores.
Finalmente, se acreditó con pruebas preliminares que el grupo que había atacado a Aramayo estaba compuesto por Sergio “Peluchín” Urbistondo, Franco “Curly” Altamiranda y al menos dos adolescentes a los que se logró identificar y que, por su edad, resultaban no punibles.
De esa forma, los menores quedaron desvinculados de la causa y los otros dos acusados fueron detenidos. Como contraparte, la Justicia de Garantías aceptó el pedido de excarcelación de “Pirulo” Altamiranda aunque permaneció procesado en el expediente. Tiempo después, fue detenido nuevamente en el marco de la comisión de un asalto a mano armada tipo “entradera” en una vivienda.