Por Hernán Kloosterman

Daniel Scioli pasó una de las semanas más duras de los últimos tiempos. El fallecimiento en Italia de dos ex compañeros y “amigos entrañables” como Fabio Buzzi y Luca Nicolini lo impactó fuertemente (ver suplemento Deportes) y venir a Mar del Plata es una manera de homenajearlos: “Amaban esta ciudad”, dijo.

Mientras transita ese proceso, el ex gobernador bonaerense se refirió a la situación del país y consideró prudente “repensar la utilidad del debate”.

“Hay una gran fragilidad y no sé hasta qué punto puede ser una contribución para la sociedad”, argumentó ante LA CAPITAL, en el NH Gran Hotel Provincial.

También resaltó la capacidad de Alberto Fernández y dijo que se está manejando “con una gran responsabilidad”.

– ¿Cómo se llega hasta las elecciones?

– Hay una gran fragilidad. Más allá de la emergencia alimentaria, hay una emergencia transversal a todas las áreas. Podría recordar aquel histórico debate, pero fundamentalmente veo la realidad. También veo las posibilidades de poder revertir esto en la medida que todos pongamos el hombro y ayudemos.  Este espacio político tiene un hombre al frente con experiencia y el conocimiento del estado como Alberto Fernández y desde el primer momento estoy colaborando para lo que mi experiencia pueda aportar.

– ¿Qué cree que va a pasar con el debate?

– Si bien se ha sancionado una ley, siento que en estas condiciones exponer al gobierno, no solamente a las contradicciones con aquel histórico debate sino a los cuestionamientos que va recibir por su política económica, con un resultado tan contundente en las PASO, no sé hasta qué punto puede ser una contribución para la sociedad. Si hubiese una mayor paridad o la situación del país fuera otra, sería distinto.

– ¿Sería saludable que no se haga?

– Creo que hay que repensar la utilidad del debate. Yo pienso primero en la Argentina y en la gente. Con la fragilidad de la situación económica y social, y la vulnerabilidad que tiene el gobierno, tomando en cuenta inclusive el debate de emergencia alimentaria donde hubo mucha prudencia.
En el momento de aquel debate de 2015, las cosas eran diferentes. Hoy hay una inflación galopante, una angustia, incertidumbre y bronca de la gente que tenemos que atender con mucha sensibilidad. Y eso no es casualidad: es responsabilidad de las políticas que se llevaron adelante que hundieron a la Argentina nuevamente en esta situación. Y particularmente a una ciudad como Mar del Plata que la habíamos levantado.

– ¿Cómo imagina a Alberto Fernández en la conducción de un frente amplio en el que probablemente surjan disidencias internas?

– Siento que la capacidad que ha tenido de consolidar, haciendo lo que demandaba la gente que era que nos unamos para defenderla, se va consolidar en el gobierno. Puede haber matices pero hay coincidencia en las cuestiones profundas como que Argentina sale adelante recuperando su mercado interno, su salario, sus jubilaciones y con un sistema financiero sano, no tóxico.
Ahora no hay que comentar realidades obvias sino plantear soluciones y también Alberto Fernández se está manejando con una enorme responsabilidad, no prometiendo soluciones de un día para otro.

– Ante la crisis, se habla de la importancia de llamar a un gran acuerdo social. ¿Ve posible ese escenario?

– Sí, porque veo una gran conciencia en los sectores de la sociedad y claridad de que la mayor grieta se da con las desigualdades. O se da cuando no ponemos el esfuerzo en aprovechar las oportunidades. Se trata de reconstruir la confianza para que vengan inversiones productivas y no especulativas. Luego los detalles los anunciará en su momento Alberto Fernández con sus colaboradores y su equipo de gobierno.

– ¿Le gustaría ocupar un lugar en el gabinete?

– Si hay alguien que ha sido coherente desde que empecé mi carrera política soy yo. Estoy en el mismo espacio desde el año 2003. No antepongo ninguna aspiración personal, pongo mi compromiso y trabajo de la misma manera, con la misma pasión y actitud. Con Alberto nos une una amistad personal que ha ido más allá de los vaivenes políticos. Cuando él ha tenido su alejamiento con Cristina, nunca dejamos de vernos ni de tratarnos con afecto y respeto. Sabe que cuenta conmigo.

– ¿Cómo lo ve Axel Kicillof ante el desafío de la provincia?

– Lo veo con un conocimiento profundo después de tanto acercamiento que ha tenido a las distintas realidades de la provincia. Y va a tener el apoyo de Alberto para que la provincia pueda volver a ponerse de pie y expandir toda su fuerza productiva. Hay que levantar las persianas de las fábricas, y es un hombre muy trabajador con conocimiento, de la situación delicada de la provincia en cuanto a su endeudamiento y a lo que ha sufrido.

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