El cambio obró maravillas. La ofensiva de Peñarol fluyó como nunca en Corrientes y lastimó a Regatas por todas partes. El equipo correntino, en racha, no fue menos y salió un partidazo que quedó en poder de los “milrayitas” luego de que Paolo Quinteros y Donald Sims fallaran sendos lanzamientos de tres puntos que pudieron cambiar el 91-89 final.

El elenco marplatense le puso fin a una racha de cinco caídas consecutivas como visitante y cortó una serie negativa de diez derrotas en once encuentros. Regatas, por su parte, vio interrumpida una sucesión de nueve victorias consecutivas en casa.

Richotti sorprendió con la presencia de Diez como alero titular y Juan Manuel Torres de movida en lugar de Acuña. Sin embargo, los primeros compases fueron favorables a los correntinos, que lograron una máxima ventaja de 9-4.

Eso fue lo peor que estuvo Peñarol en el partido. Pero enseguida se puso en órbita. Figueroa, con una buena conducción -8 asistencias en toda la noche, proveyó a todos de buenos lanzamientos. Gutiérrez no aportó mucho tiro, pero colaboró en ese rubro con su ex compañero en Atenas. Y los que aprovecharon los pases fueron Pettigrew, Torres y Ale Diez, quienes tomaron muchos buenos lanzamientos.

Para el final del cuarto Peñarol ya tenía la pulseada nivelada y pasó al frente con un triple del ingresado Louis Dabney en su primera jugada de la noche.

El estadounidense, rápido y de buenos recursos ofensivos, lideró un buen arranque cuarto para el conjunto “milrayitas”, que enseguida tomó una ventaja de nueve puntos.

Sin embargo, los de Richotti no pudieron quebrar a los correntinos. Regatas, con Quinteros intratable, las ráfagas de Sims y la carga de rebote de ataque, siempre estuvo al acecho.

Peñarol no pudo plantar una defensa eficaz contra la fertilidad de recursos correntinos. Pero adelante siguió jugando tan bien que no perdió la ventaja. Y, cada vez que los de Piccato amagaron meterle mucha presión, encontraron una conversión oportuna para mantenerlos a raya.

Esa fue la historia de un partido atrapante, de un muy buen espectáculo. A falta de un minuto estaban iguales en 85. Entonces Pettigrew anotó un doble importante con su juego de pies en el poste. Y en la jugada siguiente Dabney, goleador peñarolense, le robó el balón en la primera línea a Quinteros, que no tuvo otra que darle una falta.

El estadounidense metió los dos y parecía que Peñarol conseguía una diferencia decisiva. Tras dos libres de Gutíerrez, ganaba 91 a 87 y quedaban 9 “. Pero Dabney, por no conocer el reglamento FIBA, cortó a Sims y le cobraron antideportiva. El base de Regatas anotó los dos y al equipo local le quedó el último tiro.

Pero falló Quinteros, luego Sims, y, de algún modo, se hizo justicia. Por fin ganó Peñarol, que se llenó de confianza para enfrentar mañana al líder San Martín.