Concejales opositores reclaman que el gobierno municipal informe qué pasó con la sociedad de fomento del barrio Las Heras, si efectivamente cerró sus puertas como trascendió y si la Dirección de Asuntos de la Comunidad repartió parte de su mobiliario entre otras entidades.

A través de un proyecto de comunicación, Marcelo Fernández (Acción Marplatense) y otros concejales de su bloque y de Unidad Ciudadana consultan si hay en curso “alguna tramitación, requerimiento o actuación estatutaria que la asociación vecinal de fomento haya llevado adelante con el fin de disolverse”.

Preguntan si hay un acta de toma de posesión del inmueble y los bienes que se encontraban en el interior al momento de la entrega de las llaves. También quién hizo entrega de las llaves a personal municipal o funcionario, así como quién las tiene.

Los concejales quieren saber además si se ha realizado un inventario actualizado de los bienes privados de la institución y si se ha dispuesto alguna cesión o donación a otra entidad vecinal u oficina municipal. En el caso de que eso haya ocurrido, piden conocer los argumentos de la medida, el marco normativo por la que se dispuso, las circunstancias en que se realizó y los bienes en cuestión.

Santiago Bonifatti, de Acción Marplatense, se mostró crítico. “La municipalidad tiene la responsabilidad de supervisar el funcionamiento de las asociaciones vecinales de fomento y, si alguna no está cumpliendo con su rol en el barrio, debe revisar los motivos y en todo caso llamar a asamblea para que sean otros vecinos los que participen de las soluciones”, comentó, y agregó: “Me consta que en Las Heras hay muchas personas que quieren que su barrio salga adelante y tenga más espacios de participación vecinal. Esto es un proceder arbitrario, autoritario, ilegal y que perjudica al barrio”.

En la misma línea, Fernando Barranus, coordinador de los Centros de Acción Barrial de Nueva Acción, aseguró que “esto es un error de la municipalidad, que no creo que sea inocente: hay una estrategia de vaciar los espacios de participación democrática en los barrios”.

Afirmó que “no sólo cerraron la sociedad de fomento como si fuera un comercio, sino que dispusieron de sus bienes que son de los vecinos y hasta se quedaron con la heladera para usarla en la dependencia municipal”.