Rosenkrantz provocó rechazos al sostener que “no puede haber un derecho detrás de cada necesidad”
Si bien el encuentro se llevó a cabo el jueves pasado, las declaraciones del juez de la Corte Suprema trascendieron en las últimas horas y despertó rechazos.
Carlos Rosenkrantz, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia.
El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia argentina, Carlos Rosenkrantz, afirmó que “no puede haber un derecho detrás de cada necesidad” al expresarse sobre la “proclama populista” y sus dichos despertaron fuertes rechazos por parte de referentes del oficialismo, quienes denunciaron que “obedece al poder concentrado” como cuando fue nombrado por decreto del ex presidente Mauricio Macri “para defender los privilegios de las minorías”.
“No puede haber un derecho detrás de cada necesidad porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades, a menos que restrinjamos qué entendemos por necesidad o entendamos por derecho aspiraciones que no son jurídicamente ejecutables”, expresó el magistrado en el marco de una conferencia titulada “Justicia, Derecho y Populismo en Latinoamérica”, organizada por la Universidad de Chile.
Si bien el encuentro se llevó a cabo el jueves pasado, las declaraciones del juez de la Corte Suprema trascendieron en las últimas horas y despertó rechazos.
Entre las principales críticas, se expresó contra los dichos del magistrado el diputado del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires, Adrián Grana, quien manifestó a través de un posteo en su cuenta de Twitter: “Rosenkrantz dice abiertamente que los derechos no son para todos los argentinos. Es una vergüenza que este juez sea vicepresidente de la Corte Suprema. Fue nombrado por decreto por Macri para defender los privilegios de las minorías y obedece como buen alumno al poder concentrado”.
En la misma línea, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y diputado nacional del Frente de Todos, Hugo Yasky, publicó en la red social que “esta Corte Suprema es una vergüenza para el pueblo argentino” y enumeró una serie de hechos en su argumento: “Aceptó entrar al máximo tribunal por decreto, representó a las corporaciones, impulsó el 2×1 para liberar a los condenados por delitos de lesa humanidad, está en contra de ampliar derechos”.
Por su parte, el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, aseguró que “Rosenkrantz está en las antípodas de Evita” y marcó que las declaraciones del juez sirven “para que cada argentino y argentina sepa en qué lugar están parados los que imparten justicia”.
También la abogada integrante de la Corriente de Abogadxs Laboralistas que se manifestó en reiteradas oportunidades en marchas organizadas frente a la Corte, Natalia Salvo, ironizó: “Muy objetivo e imparcial el juez amigo de Pepin Rodriguez Simón y que aceptó ingresar al tribunal por decreto”.
En su exposición, Rosenkrantz consideró además que el populismo es “relativamente insensible” a la “cuestión del costo que involucran las reformas que propone” y que “hay una afirmación muy insistente en mi país, que veo como un síntoma innegable de fe populista, según la cual detrás de cada necesidad siempre debe haber un derecho”.
En ese sentido, afirmó que “un mundo donde todas las necesidades son todas satisfechas es deseado por todos, pero ese mundo no existe”.
“Si existiera, -agregó- no tendría ningún sentido la discusión política y moral. Discutimos política y moralmente justamente porque nos encontramos en situación de escasez”.
Por otra parte, sostuvo que en las proclamas populistas “hay siempre un olvido sistemático de que detrás de cada derecho hay un costo” y reafirmó que “se olvida que si hay un derecho, otros, individual o colectivamente, tienen obligaciones, y que honrar obligaciones es siempre costoso en términos de recursos, y que no tenemos suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades que podemos desarrollar y sería deseable satisfacer”.