El artista cordobés Roque Narvaja, con una destacada carrera como solista y fundador de La Joven Guardia, está celebrando 50 años y en ese marco se presentará en Mar del Plata, el 15 de octubre, en el escenario del Radio City.

Famoso por clásicos como “El extraño del pelo largo”, “Yo quería ser mayor”, “Menta y Limón” y “Santa Lucía”, entre otros, hará un repaso por su discografía para el público local y visitantes que se encuentren en la ciudad durante el fin de semana largo.

Si bien nació en Córdoba, donde volvía cada verano y donde aprendió a amar la naturaleza, Narvaja se crió en Buenos Aires, donde su primer contacto con la música fue con la guitarra de su hermano, intentando entonar las cancoones que escuchaban en la radio.

Tras escuchar a The Beatles en la adolescencia, Narvaja, que ya componía, se apasiona por el arte musical y comienza a formar grupos musicales para imitar a sus ídolos y para expresar la rebeldía y la esperanza de su generación.

La profesionalidad llega con su primer grupo Los Snob, con quienes graba sus primeras canciones en inglés.

Luego llegaría La Joven Guardia, con Felix Pando en teclados y Enrique Masllorens en bajo.

A los 17 años sentado en el borde de su cama con algunos acordes de Enrique Masllorens escribió “El extraño del pelo largo”, canción que se convirtió en himno y catapultó al éxito a La Joven Guardia. Era 1969 y filmaron dos películas: El extraño del pelo largo y El profesor Hippie con Luis Sandrini, batiendo récords de venta de discos.

Los viajes fueron para el sensible Narvaja un punto de contacto con realidades para él insospechadas desde Buenos Aires. Su forma de hacer canciones cambió.

En Bolivia descubrió el charango, en Salta la quena, en todos la injusticia.

Mientras estalla el mayo francés, dejó el grupo y grabó su primer disco como solista: Octubre mes de cambios, fusión de la música latinoamericana y el rock.

El país sigue convulsionado y compuso Primavera para un valle de lágrimas, Chimango y Amén que no se editó porque fue prohibido, amenazado y, como tantos otros dejó el país en 1977.

Casado, con un hijo de 11 meses, una guitarra y miedo recorrió Espala con su guitarra contando las cosas de su tiempo con nostalgia y esperanza. Santa Lucía, cantada por Miguel Ríos, fue elegida una de las mejores canciones del siglo.

Sigue creciendo con Menta y Limón, Yo quería ser mayor, Un amante de cartón, Ni una palabra, Como si estuvieras aquí, Dominó.