“El Nirvana” es el disco debut de la cantante argentina Rojobarcelo que se escuchará en vivo este domingo desde las 19 en el escenario de Dickens (Diagonal Pueyrredon 3017).

Representante de la escena indie, Rojobarcelo propone un concierto presencial para conocer su material musical, que está atravesado por la necesidad de mostrar que cada canción habita con su universo propio.

Escuchá Paisaje de verano, acá:

“La idea fue armar un universo de cada canción y desarrollarlas con su identidad propia, por lo tanto, con su propio concepto”, explicó la cantante y compositora sobre estas siete canciones que integran su trabajo debut.

“Le puse ‘El Nirvana’ para hacer referencia a un estado de iluminación, transformación y desarrollo personal y musical”, explicó, en una entrevista con LA CAPITAL.

Huérfanas de un género específico, las canciones en cuestión abandonan el purismo para mezclarse con diversos estilos. “Realmente me cuesta encasillarlas en un solo género porque nunca me casé con un solo estilo musical, son canciones y cada género las va coloreando a algún lugar un poco más específico”, definió.

“El disco es una recopilación de canciones, algunas más nuevas y otras que ya tenían unos años de vida. Es por esto que cuando arrancamos la pre producción con Esteban Blanca (el productor musical) la idea fue armar un universo de cada canción y desarrollarlas con su identidad propia, por lo tanto, con su propio concepto. A raíz de eso se fue desarrollando un concepto único que terminó de unir todo el disco”, dijo.

“El Nirvana” también se vio afectado por otro proceso: “Surgieron ideas nuevas porque la música que escucho ahora no es la misma que la que escuchaba cuando compuse algunas de las canciones, entonces eso le dio un ‘refresh’ a cada tema y a la estética en general del disco”, explicó.

Algunas de ellas remiten al rap, tal el caso de Paisaje de verano. “No me considero rapera ni tampoco profundicé tanto en el género, como para convertirme en rapera, sí escucho rap y muchísimos géneros hermanos del hip hop, como el neo soul, el soul y el funk que me han influenciado muchísimo y a raíz de todo eso salió ese rap en Paisaje de verano, si lo podemos llamar rap”.

-Venís de la escena independiente y alternativa, muy golpeada por la pandemia, ¿cómo viviste ese tiempo?

-Creo que muchas cosas buenas surgen de este tiempo. Para empezar al estar viviendo con la muerte en la esquina, porque en ese momento no sabíamos si te lo podías agarrar vos o tu mamá o tu tío y ¡chau! eso hizo que tomáramos más conciencia de los afectos o de lo que realmente es importante. También salieron muchas cosas a la luz, al estar en estado de “pausa” sale lo que se tapa en la rutina y en la vorágine. En mi caso, salió la ansiedad y el bajón al principio, ya que era el año de lanzamiento del disco y de salir a presentarlo y tocarlo con la banda tuve que cancelar todo el plan y calmarme. Después de que lo entendí y que vi que esto venía para largo me calmé y creo me ayudó a disfrutar del lanzamiento y del proceso de mostrar por primera vez mi proyecto solista. Por último, hoy siento una revalorización por la conexión humana y por volver a vernos fuera de una pantalla, por el abrazo, por el encuentro y por escuchar la música en vivo vibrando lo que se siente en un show con la energía de muchas personas y sintiendo la música de verdad (aunque suene hippie, realmente es así). Lo sentí cuando volví a tocar. No solo nosotros sentimos esa falta de tocar, la gente también. Más allá de todo este aprendizaje, se sintió muchísimo el golpe en cuanto a lo económico y me siento afortunada de que pude arreglármelas trabajando online con la música, pero conozco mucha gente que tuvo que poner la música en pausa y salir a trabajar de cualquier otra cosa.