Ciro y Los Persas cumplieron en la noche del sábado su ritual de verano: se presentaron, con entradas agotadas, en el estadio Polideportivo, en su primer show del año, con una propuesta contundente, en la que no faltó nada.

Desde el arranque con “Te diría”, Ciro y sus músicos Juan Gigena Ábalos (guitarra), Rodrigo Pérez (guitarra), Broder Bastos (bajo), Lulo Isod (batería) y Martín Löhrengel (teclados) plantearon una fiesta, con rock, pogo, momentos más introspectivos, anécdotas e improvisaciones.

Ciro ataviado con una remera con la cara de Ringo Bonavena y su tradicional piloto negro, se movió entre temas de la etapa de Los Piojos y los de la actual formación. El primer set incluyó, entre otros, “Barón Rojo”, “Desde lejos”, “Vas a bailar”, “Canción de cuna”, “Me gusta”, “Tan solo” y “Antes y después”, para luego dar paso a su hija Manu Martínez, quien compartió su canción “Cuando el sol está así”, aún no publicada en plataformas y “Fuimos” de su álbum “Diecinueve”. Finalmente, se despidió agradeciendo a Los Persas y a su padre por la oportunidad.

“Tu luz” fue el tema elegido para homenajear a la Selección Argentina, a través de una puesta acompañada por una serie de imágenes de los jugadores en el momento que fueron consagrados campeones del mundo.

En un segundo set, el músico, ya con una remera con la cara de Lionel Messi, comenzó con “Caminando” y compartió escenario con su hijo Alejandro, quien lo acompañó en “Pistolas” y “Ruleta”, entre otros.

“Mírenla”, fuera de set list, fue la primera de una serie de improvisaciones que siguieron al tramo de los clásicos y una primera falsa despedida. Volvió al escenario con “Insisto” y la anécdota de las canciones que le inspiró una mujer de la que estaba enamorado y lo hizo sufrir.

“El Farolito”, “El balneario de los doctores crotos” y “Muévelo” marcaron otro de los segmentos de euforia, matizado con “Te encontré”. También en ese momento del show contó la anécdota de cómo fue la grabación de ese y los demás temas del disco “Sueños”, en plena pandemia, cuando aprovechaba un permiso de circulación para ir a buscar su hijo Ale y, “a veces” iba a la casa de Ábalos en Palermo desde su residencia en Palomar, “esquivando patrulleros y motitos de delivery”.

Con “Juana Azurduy”, un fragmento de “Alfonsina y el mar” más la interpretación de “Rezo por vos” de Luis Alberto Spinetta y Charly García -todas fuera de lista-, Ciro inició el tradicional intercambio vocal con un público que seguía pidiéndole clásicos mientras intuía que la despedida estaba cerca.

Entre agradecimientos a las personas de todo el país que llenaron el estadio, la presentación de sus músicos, la ronda de solos, llegó el final con “Astros”. Pero una vez más, Ciro sorprendió quedándose solo sobre el escenario y, tomando una de sus armónicas, para tocar los acordes del Himno Nacional Argentino, haciendo de la despedida una ceremonia a la vez eufórica y emotiva.