Como cada verano, la calle Rivadavia -desde San Luis hasta la costa- se transforma en peatonal convirtiéndose en un gran espacio de arte y kermesse al aire libre, que ofrece tanto a los turistas como marplatenses la posibilidad de divertirse y compartir distintos shows con el sistema de “a la gorra”, es decir, aportando lo que pueda o quiera cada espectador. Las propuestas gastronómicas también compiten para captar a los paseantes a través de las promociones escritas en los pizarrones a la vieja usanza.

A partir de las 19, cuando el sol en pleno verano todavía destila luminosidad, los artistas, artesanos y comerciantes acomodan sus “escenarios” o mostradores a cielo abierto que ofertan desde trenzas en el pelo hasta retratos a mano alzada, pasando por tatuajes y hasta partidas de ajedrez.

Sin dudas, el sector “estrella” por la convocatoria que nuclea cada noche es el comprendido entre Santa Fe y Corrientes, que aglutina a todas las obras de teatro que están en cartel en la zona. Los rubros heterogéneos van desde los musicales infantiles hasta los shows de transformistas y los mediáticos surgidos de los reality show
televisivos.

Ofreciendo a viva voz el paquete de pochoclo a $1.500 y $2.000 la garrapiñada, Maxi ostenta antigüedad en la esquina de la peatonal con Santa Fe y asegura que “viene flojo, pero mirando mi cuadernito del año pasado te puedo asegurar que va a remontar”.

“El año pasado -fundamenta su tesis- empezó a mejorar a partir del 14 de enero y después explotó. Bueno, explotó en el contexto del país que tenemos”.

Un optimismo similar derrocha el dúo integrante de “El Mago de la Magia”, que con sus galeras y varitas mágicas explican que “la cantidad de gente fluctúa de acuerdo a los horarios, van y vienen, y todos colaboran. Hay buena onda”.

Además de ofrecer su show probado a lo largo de los años, también comercializan diversos productos que les permiten a los más chicos “soñar con la magia, practicar diversos trucos y ¿quién dice? capaz que en un futuro se dedican a esto”. El coro para presenciar el show de magia se agranda con el avance de la noche y el mago asegura: “¿Viste? Te dije que hay ciclos y la gente va y viene”.

Telón de estrellas

Observados por las miradas fijas de Charly García y Nito Mestre, retratados en la juventud de la creación de Sui Géneris, los artistas que cada noche suben a los escenarios de los teatros de la calle Rivadavia hacen la previa al borde de la vereda, con los volantes en la mano, muchos ofertando ellos mismos las promociones para las obras.

“¿Cuantos son?” es la pregunta más repetida, ya que el precio de 10 mil pesos por persona puede convertirse en 16 mil pesos para dos y convertirse en un regateo digno de un mercado persa que permite que todos disfruten del teatro.

“El Mago sin Dientes” se cuelga el título de “adelantado” en vender su arte en la calle, aunque ésta temporada compite sonrisa a sonrisa con Matías Alé, en un frenesí que opaca un poco al mediático Alfa, salido de uno de los capítulos de “Gran Hermano”, que comparte cartel con Fernanda Vives.

“Tenemos las entradas a $8 mil por persona, pero vamos negociando de acuerdo a cuantos son”, describe Betsy, una de las figuras del show de transformismo que se presenta cada noche a partir de las 22.30. Por su parte, “La Scaloneta del Humor” se presenta por segundo año consecutivo bajo la batuta del marplatense “No soy Messi”.

Como no todo es teatro en la vida, los stands de trenzas rastas ofrecen ese peinado a razón de 5 mil pesos cada uno o la oferta de tres por 8 mil pesos, mientras que los tatuajes de henna -“duran 15 días aunque te metas al mar o te duches”, explica la tatuadora- cotizan desde $3 mil pesos los más chicos -“que pueden ser una inicial”, describe- y ascienden de precio a medida que crecen los tamaños.

Ya en materia deportiva, se pueden jugar partidas simultáneas de ajedrez por 2 mil pesos por participante mientras que por tres mil pesos se puede patear al arco -hay tres posibilidades- y si el futbolista la emboca se lleva una pelota de regalo.

Menúes

Como de arte no solo vive el hombre, los establecimientos gastronómicos ubicados sobre Rivadavia también ofertan sus propuestas a través del plato del día -por ejemplo, pollo al horno, papas y una bebida sin alcohol por $11 mil- o con opciones a la carta.

Así, en el local especializado en milanesas -entre Córdoba y San Luis- ofrecen ese típico plato en distintas versiones con un precio que parte de los $14 mil. “Todas las milanesas vienen con guarnición y son para compartir”, describe uno de los promotores. La tarifa va ascendiendo a medida que se le suman ingredientes, ya sea queso, jamón o huevo, mientras que las gaseosas se comercializan a $3.400 y la cerveza de litro a $10.500.

En la mayoría de los establecimientos se trabaja con varias promociones, ya sea con tarjeta de crédito emitida por determinado banco o por pago en efecto o incluso por ser marplatense.

La pizza, un infaltable de la mesa, ostenta ofertas de “una de muzzarella más dos bebidas por $14 mil” y para llevar la vedette son “tres empanadas más gaseosa por $5 mil”.
Como todos los años, Rivadavia ofrece entretenimientos y comidas para todos los presupuestos.