Rivadavia peatonal, un clásico que convoca a miles de turistas
Juegos para todas las edades, promociones teatrales, personajes sorprendentes y gastronomía para todos los bolsillos, forman parte del típico paseo.
Los recuerdos del título de la "Scaloneta" en Qatar forman parte de la propuesta.
Como en cada temporada, la peatonalización de la calle Rivadavia genera un espacio púbico que congrega a miles y miles de personas cada noche. Esa especie de “kermese” bajo las estrellas ofrece espectáculos para todas las edades, comida al paso, entretenimientos “low cost” y se convierte en el lugar por donde muchos dan “la vuelta al perro”.
Cada día, desde las 19 y hasta la 2 y desde Buenos Aires hasta San Luis, el tránsito vehicular por la segunda arteria más importante del centro marplatense queda descartado y los peatones se la apropian. También los promotores artísticos de muchos de los teatros de la zona, aquellos que basan sus propuestas en la publicidad callejera.
Entre Santa Fe y Corrientes se concreta la mayor cantidad de promociones de espectáculos, con propuestas para todas las edades, con infantiles de princesas y dinosaurios hasta obras encabezadas por -el ya clásico de la zona- Mago sin Dientes, Roberto Peña y Rodrigo Vagoneta. A ellos se le suman las transformistas de ‘Fiestissima’ o la cartelera que todavía rememora la gloria de la “Scaloneta” en Qatar durante 2022.
Las entradas para cada uno de los espectáculos parten de los 3.000/4000 pesos, aunque dependiendo de la cantidad que sean los posibles espectadores se reduce la tarifa y hasta aparece la posibilidad de que algún ticket sea sin cargo. Eso sí, las promociones se deben abonar con billetes, contantes y sonantes.
“Te invito al teatro”, avanza Denise a uno de los caminantes mientras que, pocos metros más adelante, un muñeco articulado de un dinosaurio también convoca a la obra teatral para infantes que comenzará poco después de las 20.30. También, para saludar a los más chicos y posar para las fotos “a voluntad” circulan por la zona los personajes de clásicos infantiles como “Toy Story”.
Realidad poco virtual
En la época del dinero plástico y las billeteras digitales, la mayoría de las ofertas y promociones que se ofrecen en la calle Rivadavia -en rubros tan disímiles como el textil, gastronómico o de entretenimiento- son de contado efectivo, logrando así algunos descuentos.
De esa manera, los menús ejecutivos pagados “cash” se achican un 10 por ciento, por ejemplo. Entre los decks de las confiterías y restaurantes, también aparecen directamente las mesas sobre la calle donde se puede compartir una grande de muzzarella con una cerveza por $7.500 o un menú ejecutivo constituido por una suprema a caballo más postre y bebida por $6.500.
La kermese al aire libre ofrece juegos para toda la familia, ya que si bien están pensados para los más chicos, se tientan los padres a probar suerte en, por ejemplo, el tiro al arco. Con un mini arco de fútbol apostado sobre la calle, en la línea de gol se ubican tres latas a las que hay que voltear a la vez pegándole a una gastada pelota de fútbol. “Dos tiros por mil pesos”, ofrece a viva voz la vendedora que promete que “todos ganan” una pelota inflable y logran el cometido. Pero como en la perinola, la mayoría termina poniendo y el premio queda vacante.
Enrique y Ricardo son los magos que, sobre una mesa, despliegan una serie de trucos “destinados a toda la familia” y cuya contribución queda a voluntad del espectador. “Cada uno de los chicos también se puede llevar un juego para practicar en la casa”, invitan los prestidigitadores que dicen trabajar en la zona “desde hace 30 años”.
“Cambió mucho esto”, coinciden en describir y se quejan porque “ésta temporada viene floja. No hay plata”.
La varieté también incluye la posibilidad de grabarse un tatuaje temporal -“dura 10 días”, informa la tatuadora- desde $1.500 aunque el precio va subiendo a medida que aumenta el tamaño del diseño.
Oscar trajo su arte caricaturista desde Tucumán, de donde es oriundo, aunque hasta éste año elegía trabajar en Carlos Paz. “Hay mucha gente pero poca plata”, describió a la vez que muestra el trabajo desde su atril. Cada caricatura cotiza a $3 mil y si los retratados son dos, la suma asciende a $5 mil.