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La Ciudad 21 de noviembre de 2023

Reportan presencia de elefantes marinos en las costas de Mar del Plata y la región

Especialistas indicaron que, en el contexto actual de influenza aviar, se recomienda dar aviso a Senasa y, en todos los casos, no acercarse ni tratar de tocar a los ejemplares, debido a que esto puede ser peligroso tanto para las personas como para los animales.

Se detectaron en los últimos días la presencia de elefantes marinos en las costas de Mar del Plata y la región, por lo que especialistas recomendaron, en caso de divisar algún ejemplar, dar aviso a Senasa, debido al contexto actual de influencia aviar.

Investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), indicaron que entre el domingo y lunes se reportó la presencia de dos ejemplares de elefante marino del sur (Mirounga leonina) en la ciudad.

Uno de ellos fue registrado el domingo en el icónico balneario Torreón del Monje, mientras que el otro ejemplar fue avistado el lunes en una playa lindera a la Escollera Sur, comúnmente conocida como la playa del puerto.

“El ejemplar hallado en el emblemático balneario de nuestra ciudad era una hembra juvenil de aproximadamente 1,5 metros de longitud, mientras que el ejemplar avistado en la playa era considerablemente más grande, pudiendo alcanzar los 2,5 metros totales”, indicaron los especialistas.

“En este último no fue posible la identificación del sexo, debido a que la zona ventral en donde se reconocen los genitales no estaba expuesta, aunque probablemente se trate de una hembra adulta, porque no presentaba desarrollo de la característica proboscis que presenta esta especie en su edad adulta. Ambos ejemplares presentaban una buena condición corporal y presentaban signos de estar en proceso de muda de su pelaje, con numerosas marcas por todo el cuerpo, que dan cuenta de este proceso”, agregaron.

En este marco, indicaron también que los elefantes marinos forman grandes concentraciones en playas arenosas y de canto rodado, y su estadía es muy corta, no superando los dos meses de permanencia. Un grupo reducido de machos monopoliza la fecundación de un número elevado de hembras, conocido como harén. Producto de ello, los machos compiten agresivamente para transformarse en el macho dominante del mismo (o macho alfa) y es por esto que suelen presentar gran cantidad de cicatrices como consecuencia de heridas infligidas por otros machos durante las luchas territoriales donde concentran su harén.

Asimismo, informaron que la colonia de elefantes marinos de Península Valdés ha experimentado un notable aumento poblacional en las últimas décadas. Los últimos censos realizados en 2022 por la Wildlife Conservation Society junto a investigadores del Centro Nacional Patagónico, registraron aproximadamente 18.000 cachorros nacidos anualmente dentro de los aproximadamente 60.000 animales que se reproducen en Península Valdés.

De esta manera, es un fenómeno esperable el registrar elefantes marinos en áreas muy alejadas de las zonas de concentración terrestre y por ello, resulta frecuente ver ejemplares por toda la costa de la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, a partir de agosto, con la diseminación del virus de influenza aviar desde Tierra del Fuego hacia el norte, se han reducido los avistamientos de elefantes en nuestra región.

En el caso de los elefantes marinos, junto a la elevada mortalidad de cachorros de diferentes tamaños y grado de desarrollo (entre el 56 y el 74% de las crías nacidas este año), se observó una reducción de entre el 40% y el 70% de individuos adultos en las costas de Península Valdés (según el sector y sexo), y una inusual cantidad de machos y hembras adultos y machos subadultos muertos.

Debido a que es frecuente ver animales en nuestras costas, y en el contexto actual de influenza aviar, se recomendó dar aviso a Senasa y en todos los casos, no acercarse ni tratar de tocar a los ejemplares, debido a que esto puede ser peligroso tanto para las personas como para los animales.

“Su estadía en nuestras playas es corta, salen a descansar o mudar el pelo y luego de escasas horas o pocos días, vuelven al mar”, concluyeron los investigadores.