Tras la suspensión por la ola de contagios de Covid, finalmente se realizará este miércoles el homenaje a Juan Forn en el marco del ciclo Verano Cultural del Banco Provincia en el MAR. El encuentro contará con la participación especial de Miguel Repiso, amigo y compañero de redacción del querido escritor fallecido en junio del año pasado, junto a la editora Mercedes Güiraldes y a la hija de Juan, Matilda Forn.

Sin adelantar nada en cuanto a este espacio de recuerdo al periodista, escritor, traductor, fundador del suplemento Radar de Página 12 y autor de las emblemáticas columnas de los viernes de ese medio, el dibujante habló con LA CAPITAL sobre Maradona, sobre su destino de “molestar” y sobre el especial cariño que tiene por Mar del Plata y el mural en homenaje a Borges que realizó y que aún continúa siendo el único, de grandes dimensiones, realizado con azulejos.

-¿Cómo has ido procesando, con el paso del tiempo, con las devoluciones de la gente, el libro ilustrado “Diego, nacido para molestar”?

-Estamos hablando de un libro que solo tiene 3 meses de aparecido, y ha sido, y es, muy intenso. Las presentaciones, las entrevistas, el programa especial de una hora basado en Diego nacido para molestar, las lecturas… estoy empezando a desprenderme de él, y sentir que el libro se disuelve en un todos maradonianos. Así que, en cada auditorio, recreamos distintos Diegos, cómo fue su vida: riquísima, luminosa, agotadora, y te podría decir que esta experiencia continuará.

-¿Te sentís identificado con la idea de molestar, de provocar de Diego?

-Absolutamente, yo nací para molestar, por eso soy humorista. Diego manejaba también una cuerda de humor popular, que no me daba yo cuenta, anidaba en mí, y pude sacarle a eso provecho, siguiendo su hilo vital. Diego es un 95 por ciento futbol, y en ese 5 restante también hay humor.

-Mientras repasabas, dibujabas, revisabas y dabas forma a la historia ¿Fueron cambiando tu opinión, tus sentimientos hacia Diego?

-Yo no era maradoniano, es más, desde mis publicaciones muchas veces lo cuestioné. Pero veo con sorpresa que, tras una larga concentración de meses, me salió un libro maradoniano. Diego ha sido muy generoso.

-¿Es Diego el más humano de los dioses o el más dios de los humanos?

-Diego es un semidios en la cancha y en lo mediático. Y adorado no solamente por nuestra sociedad vernácula. A la vez, pocas cosas hay tan argentinas como él. Es el semidios argentino que mandamos a la mitología universal.

-A casi 22 años del mural en homenaje a Borges que hiciste en Mar del Plata ¿tenés ganas, creés que hay posibilidad de que hagas otro más?

-Mar del Plata me encanta. Y ese mural fue el primero que hice, así que lo amo. A partir de él, viajé por todos lados haciendo murales: España, Italia, Francia, Cuba, México, Uruguay, Estados Unidos, Alemania y muchos en Argentina, pero la técnica de las cerámicas (son 3.200 azulejos) nunca la pude repetir. Ese mural es un tesoro y ojalá me apareciera otra oportunidad de hacer murales en azulejos. Tardó mucho en hacerse, años, pero la Escuela de Cerámica hizo un gran trabajo y yo estoy orgullosísimo. Esa plaza Borges, para mí, es un lugar en el mundo mío.