Al cardiólogo Roberto Tortorella (72) lo golpearon dentro de su vivienda del barrio Colinalegre hasta desvanecerlo, lo maniataron y luego lo trasladaron hasta el camino vecinal próximo a Sierra de los Padres donde enterraron su cuerpo.

Según pudo confirmar LA CAPITAL, esa es la hipótesis principal que manejan los investigadores del caso, tanto la parte judicial a cargo del fiscal Leandro Arévalo como la policial de la DDI Mar del Plata. El móvil del asesinato es un misterio pero no se alejaría mucho de algún intento de robo.

Dentro de esa línea de trabajo las dos detenidas, la policía Rosa Saino (32) y su amiga Débora Faijós (28) tienen responsabilidades centrales que ahora, con distintas medidas de prueba, tratarán de documentarse de forma definitiva.

Además existe una tercera mujer que podría ser detenida en las próximas horas y cuya identidad se conoce desde hace varios días.

De acuerdo a información extraoficial, Tortorella habría iniciado una relación de amistosa intimidad con Faijós y con la mujer que es investigada.  Ambas, que residen en la zona del barrio Centenario, son pareja y forman parte de grupos familiares vinculados al mundo del hampa, eran a su vez conocidas de Saino.

Fue Faijós, justamente, la que en la tarde del viernes se presentó ante el fiscal Arévalo y confesó que ella había estado dentro de la casa el día de su muerte pero le endilgó el crimen a Saino.

A partir de esa declaración y de todas las pruebas que ya había reunido el fiscal Arévalo, se decidió en la tarde de ayer allanar dos domicilios e interceptar a Saino poco antes de que ingresara a cumplir su turno en la sucomisaría Casino.

La historia, el crimen

Aunque aún es prematuro para reconstruir lo sucedido, ya que faltan resultados de algunos estudios y el análisis de pruebas, se cree que Tortorella conoció en las últimas semanas a Faijós y a su pareja.

Las dos mujeres fueron a pernoctar a la casa que el cardiólogo tenía en Colinalegre, en realidad, la casa en donde vivía.

Lo que creen los investigadores es que la mujer policía comenzó a intervenir en la historia a partir de cierta información brindada por sus amigas. El robo de los ahorros de Tortorella sería el móvil principal en todo el asunto y ronda como una hipótesis sólida.

En la casa de Tortorella no hubo faltantes de importancia. La policía encontró dos computadoras e incluso en el cuerpo del cardiólogo los peritos hallaron una cadena de oro.

Pero el otro elemento clave es que en el interior de la casa de Tortorella la Policía Científica encontró rastros de sangre. Esto supone que el castigo provocado fue dentro de la vivienda y que luego el cardiólogo fue ascendido a su camioneta.

La agresión que derivó en la muerte de Tortorella sucedió en la tarde del viernes 17 y que en esa misma noche el cuerpo fue llevado por el camino vecinal hasta el Arroyo de los Padres. En ese sector, las personas que lo transportaron hicieron un pozo no demasiado profundo, lo maniataron, le cubrieron la cabeza y lo enterraron. O por el nerviosismo o por la necesidad de deshacerse del cuerpo lo más rápido posible, los pies del cadáver quedaron a la vista.

Las certezas con las que cuenta la fiscalía son totales. Las pruebas, contundentes. Dentro de la casa los peritos de Policía Científica hallaron recuperaron una huella que pertenece a una de las tres mujeres.

¿Y por qué castigaron a golpes al cardiólogo hasta matarlo? La idea más firme es que la paliza se la dieron para sacarle información sobre el sitio dónde guardaba sus supuestos ahorros.