La obra es la sexta creación del grupo "Teatro Salvaje", que se distingue por trabajar primero en las exploraciones físicas y más tarde en la historia. Aparecen Lady Macbeth, Nora, Antígona y Medea.
Un teatro de laboratorio, experimental, que no se vale de la iluminación convencional, que trabaja sobre materiales que aportan actrices y actores y que busca indagar en procesos más largos que los convencionales son los elementos del grupo Teatro Salvaje, que hoy volverá a proponer su última producción: “Hasta el fin del mundo teatro”. Será a las 21.30 en el escenario de El Séptimo Fuego (Bolívar 3675).
La función de esta noche buscará solventar los gastos para cumplir con la invitación que recibieron: participar en un encuentro de teatro en Bogotá, Colombia, en septiembre de este año.
“Hasta el fin del mundo teatro” es un unipersonal que lleva adelante la actriz María Sol Flores. Dirigida por Lucas Capurro, la obra recorre diversos textos dramáticos y compone emblemáticos personajes femeninos: Lady Macbeth, Nora (de Casa de Muñecas), Antígona y Medea. Aunque esas mujeres se fusionan con otra mujer: una joven que sueña con ser actriz.
“La obra tiene dos niveles dramáticos”, indicó el director. “Uno es el que transita la vida de la actriz, esa es una línea simple, breve y fácil de comprender, es su ingreso al teatro, tiene la ilusión de ser actriz y a medida que va contando se va fundiendo con los distintos personajes de la literatura universal clásica, los de Sófocles, Eurípides, Shakespeare e Ibsen”, agregó Capurro.
Para la actriz, que al igual que Capurro es egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático, el punto de unión de los diversos personajes es su fortaleza y transgresión. “Medea, por ejemplo, es una mujer que mata a sus hijos, dentro de un contexto, Nora abandona a su familia y se va a vivir otra vida, y dentro del presente, en el que la maternidad está tan cuestionada, ese tema nos fue encontrando”, indicó la intérprete, quien también canta y sostiene la pieza durante cincuenta intensos minutos.
Consultado sobre el componente feminista, Capurro dijo que este tema ingresó en el seno de la obra gracias a la permeabilidad del grupo y a la apertura para abordar desde el teatro los dilemas actuales.
“Lo interesante de este grupo es que no trabajamos a partir de una idea o de una mega idea, o de una propuesta, se trabaja con lo que uno es y con lo que uno ha construido a lo largo de un tiempo”, agregó él, consciente de que es central el vínculo que construyen actores, actrices y director desde hace seis años, aunque el grupo hace teatro desde 2006.
“El título de la obra es lo último que aparece”, contaron. “Este título nació de acuerdo a lo que que fue pasando en los ensayos y en el proceso de elaboración del espectáculo, de la relación de la actriz y del director, de nuestra manera de trabajo, en el que la actriz me presentó un material físico y vocal y yo fui elaborando distintas cosas como para que el material se vuelva a reelaborar y se cree algo más grande. Así, con más tiempo se le van adicionando capas que son las necesarias para llegar a la instancia del texto. Nosotros no trabajamos tradicionalmente a partir de una obra ya creada, sino que el texto es lo último que aparece”, contó Capurro. “Es una manera distinta de trabajar, lleva mucho más tiempo”.
Bajo esta modalidad, aparecieron los siguientes espectáculos: “Amor”, “La danza de las cenizas”, “Mis hijos eran mis relatos”, “La casa a oscuras”, “Cuentos argentinos” y “Hasta el fin del mundo teatro”.
– ¿Cómo te resulta esta experiencia de trabajo?
– Flores: En principio hay que buscar estímulos para poder crear, música, objetos, yo trabajo mucho con los objetos que van apareciendo. Y trabajo muy cómodamente con él (por Capurro), es mi tercer espectáculo pero en un principio es bastante dudoso. Siento que trabajamos en una creación colectiva, no siento que sea un unipersonal, porque yo propongo un material, él propone otro y se va modificando.
– ¿Consideran que existe algún vínculo entre todos los espectáculos realizados?
– Capurro: En realidad, el vínculo es la formación mía como director y la de ellos como actores y actrices, porque trabajamos juntos en grupo, la apuesta es lo que te da estar juntos para lograr una profundización en la técnica, trabajamos con mucha base técnica. El nuestro es un teatro de exploración, de laboratorio, la idea es construir un teatro trabajando con las mismas personas.