Representantes en Mar del Plata y la zona del actual partido de gobierno en Italia, el PD, y del grupo “Italia dei Valori” han conformado el Comitato del Sí para apoyar decididamente, en un próximo referendum, la reforma constitucional y electoral que alienta el actual premier y líder del PD Matteo Renzi.
“Italia tendrá con el referendum y con el voto por el Sí, la oportunidad histórica de darse un sistema político-institucional ágil, eficiente y estable”, remarcaron en visita a LA CAPITAL el ingeniero Raúl Ciappina, presidente del Círculo Mar y Sierras del PD (Partido Democrático) en Mar del Plata; Alberto Becchi, subsecretario del mismo círculo y consejero del Comites Mar del Plata; Marcelo Conde, coordinador en Sudamérica de Italia dei Valori y Silvana Dulín, coordinadora de género de este mismo partido, que lidera el prestigioso ex magistrado Antonio Di Pietro.
En dos o tres semanas, Renzi, como presidente del Consejo de Ministros, es decir como jefe de gobierno, debe anunciar oficialmente la fecha del referendum, que habrá de caer, seguramente, en la segunda quincena de noviembre.
Según los sondeos, en este momento existe una gran paridad en la misma Italia entre el Sí y el No, por lo cual, y así lo destacan desde el referido comitato, la participación de los ciudadanos italianos residentes en el exterior podría ser aún más decisiva.
En la circunscripción consular con centro en esta ciudad, y que abarca todo el sudeste bonaerense, existen 50.000 ciudadanos con doble ciudadanía que podrían estar en condiciones de votar. Históricamente, en las instancias electorales de Italia Mar del Plata se ubicó entre las ciudades con mayor participación, superando en ocasiones el 30 por ciento de los inscriptos.
Se vota por correspondencia y los miembros del recién conformado Comitato por el Sí recomiendan a las personas dispuestas a sufragar confirmar sus datos, en especial su actual domicilio, en el anágrafe (padrón) disponible en la sede del consulado.

Por qué votar SI

¿Porqué los citados Ciappina, Becchi, Conde y Dulín y demás miembros del flamante comitato apoyan el Sí, y lo hacen reconociendo signos de recuperación en Italia, si bien no todos los deseados, gracias al gobierno Renzi, iniciado hace treinta meses?
Frente a la vastedad de la temática conviene hacer un sintético punteo de los argumentos que expusieron a favor del Sí, y los resultados que imaginan si vence la afirmativa:
* “En sus 70 años, la república italiana tuvo 63 gobiernos, número que evidencia una gran inestabilidad. La reforma tiende a terminar con ella, garantizando gobiernos previsibles, con una duración de cinco años, y con un sistema ágil, eficiente y menos costoso”.
* “También será previsible y ágil la aprobación de las leyes, al superarse el “bicameralismo perfecto” como se lo quiere hacer desde hace treinta años. Pequeñas modificaciones en una ley hoy determinan debates e ideas y vueltas interminables entre Diputados y Senadores. Existirá un tiempo máximo de un mes para tratar y sancionar una ley”.
* “El menor costo se dará, al mismo tiempo, por la reducción drástica del número de senadores y la eliminación del nivel administrativo de las 101 provincias”.
* Será solamente la Cámara de Diputados la que garantizará el “voto de confianza” al gobierno.
* “El Senado, que estará más dedicado a las cuestiones federales y constitucionales, será elegido de manera indirecta por los consejos regionales y los cien nuevos senadores no incidirán más sobre el presupuesto del estado italiano”.
* “No existirán más los senadores electos en el exterior pero los doce diputados de la Circunscripción Exterior tendrán mayor peso y quizá sean determinantes para la formación de la mayoría de gobierno”.
* “La nueva ley electoral, que se dará en el marco de la reforma institucional, contribuirá a garantizar estabilidad y transparencia al gobierno; será de hecho el partido que vencerá las elecciones para gobernar con la mayoría absoluta de los diputados asegurada por la nueva ley y también este mecanismo evitará debilidades intrínsecas y larguísimas mediaciones típicas de tantos gobiernos italianos del pasado”.

El consulado

A nivel local, los representantes del Partido Democrático y de Italia dei Valori expresan su voluntad de trabajar por afianzar y extender la cultura y la lengua italianas y consideran que, con una Italia económica y políticamente recuperada, habría mejoras en cada circunscripción como la reducción del tiempo para obtener una ciudadanía y la agilidad en los trámites. Desean que se frene y revierta el paulatino desmantelamiento de la red consular (en esta época se han cerrado 60 consulados en todo el mundo). Ponen como ejemplo el consulado en Mar del Plata, que supo tener 23 empleados y que hoy sólo cuenta con ocho. Al fin, creen que la importante recaudación de cada consulado por los trámites de ciudadanía no debe diluirse en las rentas generales de Italia, sino volcarse, cuando menos una buena parte, en beneficio de la misma representación consular y los ciudadanos italianos por ella contenidos.