Docentes, alumnos y sus padres reclamaron una vez más por “un edificio propio” para la Escuela Especial N° 515 (de sordos, hipoacúsicos y trastorno especial del lenguaje -TEL-), ya que desde el regreso a las clases presenciales deben distribuirse en varios edificios. La protesta se realizó ayer a la tarde frente al Casino Central con la intención de “visibilizar el problema”, explicaron los manifestantes.

Con una matrícula de “más de 170 alumnos de todos los niveles”, desde mediados del año pasado “tenemos que repartirnos en los edificios que nos prestan la Escuela N° 58, en Santiago del Estero y Avellaneda, y la Escuela Especial N° 504, en San Lorenzo y Córdoba”, explicó la docente Fiorella Tumini. A la Escuela Especial N° 515 concurren alumnos desde el nivel inicial al secundario, es decir, desde “los 3 años hasta la adultez, porque también asisten personas mayores para terminar el secundario”, añadió.

“Cuando volvimos de la cuarentena a las clases presenciales, ya no pudimos ir más a nuestro edificio porque no había capacidad para todos, ya que estábamos en un PH ubicado en Avellaneda al 1800. A nadie se le ocurre poner una escuela en un PH, pero sí lo hicieron con una escuela especial”, reseñó la intérprete de señas Cinthia Giola. En ese lugar compartían patio con la Escuela Especial N° 508. “Es una vergüenza, es indigno, tanto para los docentes como para los alumnos, que no reciben la educación que necesitan”, agregó.

Larga data

La problemática de carecer de edificio propio se remonta a más de un año atrás. “Se suponía, porque eso es lo que nos dijeron, que el problema se resolvería para mediados del 2021. Todavía estamos esperando, porque nadie nos da una respuesta”, señaló la docente.

Entre carteles de cartulina que pedían “por un edificio propio para nuestra escuela” que mostraron en el semáforo de Boulevard Marítimo y Moreno, los manifestantes se quejaron porque “fuimos a protestar frente al Consejo Escolar, pero ahí tampoco nos dan respuestas. Y en el Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires menos. Y nosotros necesitamos respuestas”.

“Los alumnos tienen doble jornada, pero casi ninguno lo puede cumplir por falta de espacio. Es una vergüenza. Nosotros solo pedimos una respuesta y que cumplan con lo prometido”.

“Es una vergüenza cómo tienen a los chicos todos amontonados, sin poder acceder a la educación que les corresponde. Exigimos repuestas, ya sea del Ministerio o del Concejo Escolar, que no hace nada de nada”, resumió Mirtha, madre de un alumno de cuarto grado.