Al cumplirse tres años del crimen de Karina Fragoso, asesinada de un disparo en la cabeza tras bajar de un colectivo en el barrio Bernardino Rivadavia, su familia reiteró este lunes el pedido de justicia y exigió avances en la investigación del hecho, por el que no hay ningún imputado.

“Cada aniversario es especial, porque sentimos que se nos fue un año más sin respuestas y sin encontrar al asesino, pero a la vez refuerza nuestra voluntad de pelear hasta que sepamos qué fue lo que pasó con Kari”, explicó María Eugenia Fragoso, hermana de la víctima.

Los familiares de la mujer lamentaron la falta de avances en la investigación, en la que intervienen como querellantes, y en el marco de la cual el Ministerio de Seguridad bonaerense ofreció dos meses atrás una recompensa de entre 2,5 y 5 millones de pesos para quien aporte “datos fehacientes que permitan esclarecer el homicidio”.

Las hermanas y los dos hijos de la víctima recorrieron ante este nuevo aniversario el lugar del hecho, y pegaron carteles para pedir información sobre el homicidio y para difundir el ofrecimiento público de una recompensa.

El crimen de Karina Fragoso, cuidadora domiciliaria de 50 años, se produjo en la noche del jueves 5 de septiembre de 2019, mientras ella caminaba hacia la casa de su pareja después de haberse bajado de un colectivo.

La mujer recibió un disparo en la cabeza, y cámaras de seguridad de la zona registraron el ataque, en México y Garay, y también el momento en que Fragoso quedó tendida sobre la calle, mientras el homicida escapaba.

La víctima fue hallada inconsciente por un vecino, e inicialmente se creyó que tenía un golpe un la nuca, pero tras ser trasladada a un hospital finalmente murió. La autopsia determinó que había recibido un tiro en la cabeza a corta distancia.

“Sabemos que es una causa complicada porque no hay testigos directo y las imágenes son malas, pero no perdemos la esperanza de que alguien pueda aportar elementos útiles para la investigación”, aseguró la hermana.

Además, explicó que a través de su abogada particular solicitaron que el fiscal Leandro Arévalo repita algunas de las declaraciones testimoniales tomadas en el inicio de la causa, para abordar nuevas líneas de investigación.

La primera hipótesis del hecho apuntó a un crimen por encargo o un homicidio vinculado con algún tipo de conflicto personal, porque la víctima tenía todas sus pertenencias, pero esa línea perdió fuerza en pocos días y la causa se orientó hacia un intento de robo.

Tras el homicidio, se dispuso la detención de una joven sospechosa, a partir de una serie de pruebas obtenidas por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y de elementos aportados por testigos de identidad reservada.

La detenida, de 27 años, fue acusada de ser la autora material del crimen, y también fue imputada por “encubrimiento agravado” su pareja, de la misma edad, pero en el segundo aniversario del asesinato esa hipótesis quedó finalmente descartada, por testimonios incorporados a la causa que ubicaron a ambas mujeres en otro lugar al momento del crimen.