Mientras que la gestión del intendente Carlos Arroyo continúa intentando acordar en qué condiciones el Ceamse terminaría haciéndose cargo de la operación del centro de disposición final de residuos, desde el Concejo Deliberante reclamaron conocer en qué estado se encuentra la licitación impulsada para realizar algunas de las obras pendientes para ampliar y mejorar el relleno sanitario.

A través de un pedido de informes, el presidente de la comisión de Medio Ambiente, el concejal de Acción Marplatense, Marcelo Fernández, pidió que el Departamento Ejecutivo explique en qué instancia se encuentra el trámite por el que el municipio preveía contratar la construcción de dos nuevos sectores para disponer residuos y realizar otras obras complementarias, como la instalación de una nueva báscula para el pesaje de los camiones.
Ese trámite fue puesto en marcha a comienzos de este año y generó el interés de 3 empresas.

Los sobres con sus ofertas fueron abiertos el 20 de febrero pero desde entonces no se produjo ninguna novedad.

“Es llamativo que luego de haber impulsado y declarado una emergencia medio ambiental y de haber llevado a cabo esta licitación todavía no haya habido una adjudicación para realizar obras en un predio que, lamentablemente, ha sido convertido en un nuevo basural a cielo abierto”, señaló Fernández.

Según el presupuesto oficial, las obras previstas en esta instancia tendrían un costo de 62,3 millones de pesos.

El pliego contempla la construcción de dos nuevos sectores (B y C) dentro del Módulo 1 ya que el actualmente en uso, el A, se encuentra al límite de su capacidad y a punto de colapsar.

Entre otras cosas, eso obedece a que durante los últimos meses el municipio no respetó “la secuencia de rellenado por terrazas” lo que provocó una reducción de la vida útil de las instalaciones existentes.

En rigor, si se hubiera cumplido con el plan original los dos nuevos sectores que la comuna pretende licitar ahora ya deberían haber sido construidos y el predio debería haber recibido también otras obras de ampliación.

Pero a poco de asumir, en el año 2016 la gestión del intendente Carlos Arroyo decidió suspender el proceso de licitación que había dejado en marcha el gobierno anterior y presentar un nuevo pliego, para el cual nunca logró financiamiento.

Eso, junto a los desmanejos cometidos en la gestión de los residuos, provocó que las instalaciones existentes en el predio vieran sobrepasada su capacidad y sufrieran un intenso deterioro.

Las empresas interesadas en construir ahora los dos nuevos sectores -que constituyen sólo una parte de las obras de ampliación previstas originalmente- son Eva S.A, que realizó una oferta económica de 65.2 millones de pesos; Milisic SA, con un presupuesto de $ 75.7 y Faco SA que ofertó $50.4, con la condición de recibir un adelanto financiero del 20%.

En su pedido de informes Fernández preguntó por qué razones el municipio todavía no adjudicó el trabajo a ninguna de las tres empresas.

“Según los dichos de los propios funcionarios del Departamento Ejecutivo la situación del predio es alarmante y requiere rápidas intervenciones que eviten agravar el colapso en el que se encuentra”, señaló.

Fernández advirtió además sobre los riesgos que existen debido a la falta de lugares acondicionados para continuar disponiendo los residuos, la “falta de tratamiento de los líquidos lixiviados y la posibilidad de que “se estén enterrando residuos peligrosos o patogénicos” sin los debidos controles.

A eso le sumo la presencia de recuperadores informales en el “frente de trabajo” cuya actividad “pone en riesgo sus propias vidas” y “anula cualquier posibilidad de hacer una operación correcta”.

Mientras tanto, el predio sigue siendo operado por la empresa Tecsan S.A, que es la firma que en el año 2010 ganó la licitación para construirlo y realizar su mantenimiento por un período que se venció en noviembre de 2015.

En aquél momento la municipalidad dispuso una prórroga, la cual fue renovada sucesivas veces debido a la imposibilidad de la gestión de Arroyo para avanzar con la nueva licitación.

Ahora Tecsan sigue desarrollando las tareas en el marco de una nueva prórroga precaria, que llegará a su fin el próximo 6 de abril.

La continuidad del vínculo contractual de la empresa con el municipio es a título de “colaboración” ya que la intención es que en breve la operación del predio pase a manos del Ceamse, una compañía dedicada a la gestión de los rellenos sanitarios de Capital Federal y el Conurbano.

La llegada del Ceamse a Mar del Plata fue el resultado de una “recomendación” del Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable, que meses atrás expresó su alarma por la situación de deterioro en la que se encuentra el predio como producto de los errores cometidos en su gestión y debido a la falta de cumplimiento de las obras de ampliación previstas en el proyecto original.

El OPDS, en su condición de autoridad ambiental, decidió intervenir instando a la comuna a contratar al Ceamse, para que además de hacerse cargo de la operación, se ocupe de realizar obras que permitan “revertir” la situación de riesgo ambiental y sanitario que se gestó durante el gobierno de Arroyo.

En este caso los servicios que preste el Ceamse tendrán un costo económico que deberá ser solventado con el presupuesto municipal, por lo que su contratación requiere de una serie de acuerdos sobre los cuales todavía no existen definiciones.