La Contaduría General de la Municipalidad objetó la posibilidad de que la gestión de Carlos Arroyo ponga pauta publicitaria en una FM de la ciudad de la que forma parte el actual director general de la Subsecretaría de Cultura, Pablo Jacobo.

La controversia se originó porque después de la polémica designación del joven funcionario, la Municipalidad intentó adquirir 42.768 pesos – ese dinero por sólo dos meses- de pauta publicitaria en la FM 99.9 “Noticias y Protagonistas”. En esa radio, Pablo Jacobo figura como uno de los integrantes del directorio.

Ante esta presunta incompatibilidad, la dirección general de Contrataciones solicitó la intervención de la Contaduría General de la Municipalidad, quien se expidió sobre la situación y advirtió que en caso de llevarse a cabo la adquisición de la pauta publicitaria se estaría “transgrediendo la normativa que conlleva la contratación de la operación”.

Pablo Jacobo es hijo del conductor radial ultraoficialista José Luis Jacobo, quien desde el comienzo de la gestión cuenta con un fuerte apoyo publicitario de la Municipalidad pese a que su programa radial está muy lejos de ser uno de los de mayor audiencia.

Pablo Jacobo junto a Arroyo.

Desde el área de contaduría municipal aclararon que ya habían advertido que el funcionario debía dejar su lugar en el directorio de JACOBINOS S.A, la empresa que comparte con su padre. “Atento al tipo societario que reviste la empresa proveedora, por acta de Asamblea General Ordinaria celebrada el 11 de febrero de 2019 se dispuso que el actual funcionario municipal, Pablo Jacobo, cesara sus funciones en el directorio de la firma, siendo que por incompatibilidad de sus funciones no podría llevar a cabo el desempeño de un cargo público que colisionara con los intereses de la comuna”. Y enseguida se aclara que pese a la advertencia la situación no se modificó: “Esta dependencia no ha tomado conocimiento que el funcionario en cuestión deje de revertir la calidad de socio de la empresa y de la cual posee participación familiar siendo que su padre, José Luis Jacobo, preside el directorio de la misma”.

Para argumentar su decisión, el área de Contaduría General explicó: “La ley resulta clara e ineludible sobre la situación que se presenta. El artículo 6 inciso 2 de la ley orgánica de Municipalidades prohíbe ser miembro de la Municipalidad a los que directa o indirectamente estén interesados en contrato alguno en que la Municipalidad sea parte, quedando comprendidos los miembros de las sociedades civiles y comerciales, directores, administradores, gerente…. La desvinculación debe ser total para que la comuna pueda contratar con la firma Jacobinos”.

Además en el informe se aclara que el Tribunal de Cuentas de la provincia “ha indicado que la selección en el cargo municipal de un agente que tenga intereses pecuniarios en contrario a la Comuna, no resulta precedente”. “Para que ello resulte viable, no debe existir vinculación comercial entre la Municipalidad y la firma que motiva la causal de inhabilidad para el funcionario actuante”, se explica.

Pablo Jacobo llegó a percibir los más de 100 mil pesos de sueldo bruto de las arcas municipales sin mayores antecedentes. Sólo se destacaba por formar parte de la organización del festival de cine independiente, Marfici, actividad que también cuenta con el apoyo publicitario del municipio y en la que también está vinculada su padre José Luis.