Realizan “Homenaje a Rubén Juárez” con músicos marplatenses y la hija del tanguero
"Uno con la música puede llegar al alma, desarmarla, y transformarla por un momento en algo maravilloso", entendió Lucila Juárez, hija de Rubén, y una de las protagonistas de este homenaje.
Con dirección musical de Luis Reales, quien fue amigo y músico de Rubén Juárez, se realizará hoy y mañana un homenaje a este tanguero de ley que solía presentarse con frecuencia en Mar del Plata. El recuerdo musical se realizará en el bar cultural El Argentino (Chacabuco 3645) a las 22.30. Además, el show tendrá un condimento especial: Lucila Juárez, hija de Rubén, también será de la partida, al igual que Karina Levine.
Cantante de tango, Lucila abordará un repertorio vinculado las canciones que le disparan diversas anécdotas que vivió junto a su papá. Eligió las composiciones del disco que su hija más destaca: “De aquí en más”.
“Es un disco donde explotó su parte de compositor, y desde mi óptica, comenzó a afianzar su estilo ‘Juárez’, que para mí es más rockero que los rockeros haciendo tango”, reconoció Lucia a LA CAPITAL.
“Vamos a recordar algunos de estos temas y por supuesto el repertorio popularizado por papá que todos conocen.
Con un agregado hermoso y emotivo que es el bandoneón blanco, que me está acompañando en Café La Humedad, el bar de Cacho Castaña donde venimos homenajeando a papá. Y se viene conmigo a estos encuentros en El Argentino”, agregó la cantante, que admitió tener como objetivo “generar muchísima emoción y alegría”.
-¿Cómo nace este espectáculo?
-Con Luis nos conocemos hace muchos años. Por supuesto tenemos una amistad inevitable. Siempre Luis se ha ocupado de homenajear a papá en Mar del Plata y en donde sea que lleve su música… Teníamos ganas de vernos y nos pareció que haciendo música, haciendo tango, era la mejor manera… la única.
-Desde lo musical, ¿qué aprendiste de Rubén Juárez?
-Absolutamente todo. De él y de mi mamá, que es actriz. Mi casa estaba llena de incentivos artísticos. De chica papá me hacía juegos con chasquidos para ver si tenía ritmo y reacción. La música se me metió en la sangre sin buscarla de un modo consciente, y cuando fui creciendo me iba dando cuenta de que cantar era para mi estar en otra dimensión… Por supuesto su musicalidad e intuición me han marcado a fuego. Hoy en día me dicen que, cuando canto, hago todos los gestos que él hacía. Eso me impresiona, porque son gestos que me salen naturalmente.
-¿Qué clase de relación tenían?
-El escorpio, yo sagitario. Yo era su nena. Y como tal así me cuidaba…. por demás. Era extremadamente celoso. Una vez veníamos de tres meses sin hablarnos (orgullosos ambos) y estando en Café Homero, él estaba en un show, y me llamó para que me subiera al escenario. Me puso una silla frente a él, con el público presente. Se sentó frente a mí con su bandoneón. Me cantó el tango “Tú” mirándome a los ojos mientras lloraba de amor… y yo lloraba a la par de él. Fue uno de los momentos bisagra en mi vida. Decidí cantar profesionalmente, porque entendí que uno con la música puede llegar al alma, desarmarla, y transformarla por un momento en algo maravilloso. Es milagro. Así era nuestra relación.