La ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Fernanda Raverta, estuvo presente en el primer día de entrega de las tarjetas AlimentAR en la ciudad y destacó el impacto que tendrá en el territorio bonaerense la medida implementada por el Gobierno nacional como parte del Plan Argentina Contra el Hambre.

Desde antes de las 9, Raverta se encontraba recorriendo las instalaciones del Espacio Unzué, donde a partir de hoy y hasta el miércoles 18 se hará entrega de las casi 17.000 tarjetas del programa AlimentAR, una “política nutricional” orientada a que niños y niñas puedan tener garantizada la comida en sus hogares.

“Esta tarjeta es muy importante porque se otorga en un momento en donde el hambre es urgente. Es muy importante no solo para las familias de la ciudad, sino también para Mar del Plata y su sistema productivo, ya que a partir del tercer viernes de cada mes va a haber depositado en la economía local, en los productores, en los supermercados, en los almacenes, 80 millones de pesos“, destacó la funcionaria.

En este sentido, Raverta destacó que el programa surge de un “decisión política del presidente Alberto Fernández” y de “un gobierno que piensa que la mejor manera de sortear la pobreza es generando trabajo”. “Hay una enorme cantidad de familias van a tener la oportunidad de retirar su tarjeta alimentar. Son mamás y papás que tienen chicos que alimentar”, señaló.

En relación al impacto que la medida tiene en el territorio bonaerense, la ministra aseguró que, a nivel provincial, son 560.000 las tarjetas previstas entregar, lo que implica una “inyección económica” de “2.600 millones de pesos el tercer viernes de cada mes”.

A su vez, y en línea con lo señalado por el gobernador Axel Kicillof, quien en su discurso de apertura de sesiones legislativas aseguró que hay más de un 38% de bonaerenses bajo la línea de la pobreza, la ministra apuntó a la importancia de “volver a construir la comensalidad” en los hogares bonaerenses.

“Este programa, en la provincia de Buenos Aires, tiene una enorme responsabilidad que es volver a construir la comensalidad familiar. Quiere decir que los chicos y las chicas vuelvan a sentarse con sus papás a comer, algo que es central para nosotros”, señaló.

Y agregó: “Si bien durante cuatro años fue muy importante que los vecinos y vecinas de la ciudad se organizaran para que, con merenderos y comedores, poder asistir a los niños y niñas de sus barrios, también es muy importante que vivamos en una provincia, en una Argentina, en donde los chicos y chicas vuelvan a comer con sus familias, en su mesa, en su lugar, en su hogar”.

Consultada por LA CAPITAL acerca de las críticas de personas en desacuerdo con este tipo de medidas por parte del Estado, Raverta fue clara y concreta: “Son nenes y nenas los que van a ser asistidos por decisión de un gobierno para que puedan comer. Yo creo que este programa no puede a ninguna persona, bajo ningún concepto, preocupar”.

“Hay chicos que no pueden alcanzar las cuatro comidas por vivir en familias que no tienen acceso al mercado formal de trabajo. Este es un programa que va a estar asistiendo en un momento de urgencia y el esfuerzo tanto del Presidente como del gobernador Axel Kicillof es para poner a la Argentina y la provincia en marcha”, agregó.

Para la ministra bonaerense, el objetivo está en “volver a construir desde un modelo económico que garantice poner en funcionamiento un sistema productivo” y que garantice que “cada familia tenga un ingreso digno a partir de estar inserto en el mercado formal de trabajo”.

“Pero, por supuesto, como es un gobierno sensible, mientras que esto se ponga en marcha, se encarga de asistir a lo más urgente. Alberto dice ’empezar por los últimos’. Los últimos, sin ninguna duda, son los niños y niñas más chiquititos y las mamás embarazadas“, concluyó.