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La Ciudad 5 de agosto de 2017

Randazzo renovó la polémica por el tren a Mar del Plata

Dijo que dejó de funcionar "porque la gobernadora cerró Ferrobaires". Y desafió al Gobierno a debatir "quién dice la verdad y quién miente".

 

El candidato a senador nacional Florencio Randazzo (Cumplir) reabrió este sábado en la ciudad la polémica sobre el regreso del tren a Mar del Plata, que se produjo el pasado 3 de julio.

El ex ministro de Interior y Transporte desafió a debatir al gobierno de Mauricio Macri para ver “quién dice la verdad o quién miente” respecto a la situación ferroviaria en la ciudad.

“Los invito a una discusión con los medios de comunicación y con aquellos que tienen una posición diferente porque, naturalmente, la gente no sabe quién dice la verdad y quién miente”, dijo Randazzo sobre los casi dos años de demora en la puesta de funcionamiento del tren a Mar del Plata.

“El tren dejó de funcionar porque la gobernadora (bonaerense María Eugenia Vidal) cerró Ferrobaires, la empresa que operaba el tren a Mar del Plata. El tren a Miramar no llega más y el de Tandil dejó de funcionar. Es indignante que mientan, algo que hacen porque tienen impunidad”, lanzó.

El 3 de julio, la gobernadora y el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, pusieron en funcionamiento el tren que llevaba dos años sin circular. “El tren a Mar del Plata volvió a funcionar y esta vez es para siempre porque está bien hecho”, dijo entonces Vidal. Y acotó: “No queremos que nadie nunca más se los vuelva a sacar y que dure para siempre”.

La historia de la suspensión del servicio de trenes que une Plaza Constitución con Mar del Plata comenzó el 23 de agosto de 2015, cuando Randazzo era ministro de Transporte.

Ese día, las inundaciones producidas en la provincia de Buenos Aires provocaron una histórica crecida del Río Salado, de 7,32 metros. El agua afectó el puente por donde pasaban los trenes en la localidad de Guerrero y las máquinas debieron pararse hasta que ese sector fuera reparado.

Poco después, al problema de construir un nuevo puente se sumaron las fallas en los durmientes de las vías. Las obras para que las nuevas y viejas formaciones pudieran hacer su trayecto se prolongaron. El tiempo pasó y llegaron las elecciones. El 10 de diciembre los nuevos gobiernos asumieron pero el tren seguía sin llegar a Mar del Plata. De hecho, por primera vez desde su creación, el servicio no funcionó durante una temporada de verano.

Los motivos no estaban claros hasta que el intendente Carlos Arroyo se reunió con la gobernadora María Eugenia Vidal. “Se aclaró que los durmientes que se colocaron en su momento estaban con defectos de construcción. Se quebraron muchos y tienen que cambiarlos. Eso lleva tiempo. Es el problema por el cual no corre el tren. El problema ahora es el tendido de vías”, dijo el 7 de abril del año pasado, luego entrevistarse en La Plata con la mandataria bonaerense.

Los durmientes a los que le apuntaba el intendente habían sido construidos por una empresa marplatense. El ex ministro de Transporte le había otorgado la licitación con rapidez en medio del apuro que generaba la campaña electoral en la que aspiraba poder competir en una interna del Frente para la Victoria con el por entonces gobernador Daniel Scioli. Finalmente, los durmientes de las vías se rompieron y hubo acusaciones de culpas cruzadas.

Para ponerlo nuevamente en funcionamiento se necesitó una inversión de 1.300 millones de pesos, con la que se renovaron 208 kilómetros de vías, lo que incluyó la colocación de rieles, 250.000 durmientes de hormigón y 600.000 toneladas de balasto.

Las obras, que estuvieron a cargo de Trenes Argentinos Infraestructura, incluyeron la construcción de un puente nuevo sobre el Río Salado de 250 metros de longitud.