“Tarán” es el nuevo espectáculo de Agustín “Rada” Aristarán que desembarcará en el escenario del Teatro Roxy (San Luis 1750) en una única función que se verá este sábado 16 de noviembre.

“Tarán es el final de mi apellido y es la onomatopeya que se utiliza cuando algo no tiene mucha explicación, cuando desapareció algo, desde los niños a cualquier cultura usan esa palabra y me pareció acertado (como título) para el espectáculo”, dijo el artista.

Entrevistado por LA CAPITAL, “Rada” reconoció que detrás del “Tarán” habita lo fantástico, lo inexplicable, es decir la magia. Y es la magia aquello sobre lo que gira su nuevo show.

“Venimos a hacer un espectáculo de magia, la magia es una actividad que en Argentina, por lo menos, no convocó en materia de tickets en teatro y me sentía con este privilegio, porque la gente me viene acompañando en diferentes espectáculos y entonces por qué no hacer un espectáculo de magia”, se preguntó el artista.

Dentro del unipersonal, Aristarán propone magia más un amplio juego de luces, mentalismo, música para acentuar los momentos emotivos y da vida a su personaje Tarrasqueta. Y siempre busca sorprender: “Pretendo romper la cabeza del espectador, que no entienda qué pasó”, señaló y dijo estar “súper feliz con Tarán”.

El artista que hace dos veranos fue parte de la temporada veraniega marplatense con “Revuelto” entendió que el contexto actual demanda “magia, risa” con el fin de lograr distracción. “Concentrarnos en lo más primitivo que hay con un simple Tarán o cagarte de risa, que es lo que buscamos todo el tiempo “.

-La magia sorprende, ¿qué otra cosa propone?

-Estamos en un momento en que todo es muy mágico. Le podés preguntar a un teléfono cómo redactar una carta o que te ayude con un paper… los teléfonos hacen cosas muy mágicas. Creo que la magia apunta y toca la fibra más analógica que tenemos todos que es el asombro, es primitivo, desde que somos seres sin coherencia que entendemos la magia como un hecho muy fantasioso. Yo creo que toca ese lugar, por más que hoy todo lo que vemos es muy mágico, estamos acostumbrados, lo tenemos muy internalizado. Pero es mágico, es rarísimo, es absurdo todo lo que está sucediendo: los carteles en la calle que se mueven por ejemplo, y la magia la hacés con un pedazo de soga o con la adivinación de un pensamiento o con una reproducción de un dibujo que pensaste cuando tenías 6 años. Y el mago lo adivina. Es tan simple y tan complejo como eso, por eso creo que gusta tanto.

-¿Te veremos nuevamente en temporada en Mar del Plata?

-En temporada voy a estar en Portugal. Me voy desde diciembre a febrero a hacer una gira a Portugal en un espectáculo bien loco, que tiene producción del Cirque Du Soleil. Es una gira como de 50 funciones alrededor de Portugal, con cinco magos de diferentes partes del mundo que cada uno se especializa en una actividad de la magia. Es un proyecto muy grande que hacía mucho tiempo yo quería hacer y que me venían convocando pero no podía por agenda. Hasta que dije “Bueno, no importa, lo voy a hacer”. Lo encabeza el mago Luis De Matos, que es un mago europeo muy groso. Yo era su admirador, él era mi ídolo de la infancia. Miraba los VHS, los especiales de magia y los rebobinaba y ponía cámara lenta (para aprender los trucos). Y un día me llamó y me dijo que era fanático de mi magia.