La pareja entró al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) con graves quemaduras el lunes 27 de noviembre de 2023. Desde un comienzo, los profesionales del nosocomio local se dieron cuenta de que no eran víctimas de un incendio. Con el paso de las horas, se conocería la verdad: el hombre había rociado a la mujer con alcohol para prenderla fuego, y ambos habían sufrido entonces serias lesiones.

La fiscal María Florencia Salas ordenó la custodia del acusado, Matías Basualdo, en el mismo establecimiento sanitario. Transcurrieron varios días hasta que decidió tomarle declaración indagatoria en la misma sala de internación, debido a que su estado de salud aún no permitía que le dieran el alta médica. Por su parte, la víctima, Noelia Martínez, ya había evolucionado y se consideraba una sobreviviente más de un caso de violencia de género que podría haber terminado como muchos otros: con su muerte.

Es que no era la primera vez que su pareja la agredía. Dos meses antes, la había amenazado en forma directa: “Te voy a degollar, te voy a matar”. La advertencia fue tomada en serio por la Justicia, que le impuso una restricción de acercamiento al hombre y lo condenó en forma exprés a un año de prisión en suspenso por amenazar y lesionar a la mujer. Pero claro, no fue preso y más temprano que tarde volvió a contactarla en el barrio Villa Lourdes.

Finalmente, sucedió el hecho por el cual ambos terminaron internados en el HIGA. Contrariamente a lo que tal vez había planeado Basualdo, el fallecido terminaría siendo él. Porque el alojamiento en el nosocomio local producto del 70 por ciento de quemaduras en su cuerpo que sufrió al intentar matar a la mujer derivó en el descubrimiento de una grave enfermedad: sufría cáncer de esófago.

Los médicos lograron compensarlo y, tal como se explicó antes, curaron las heridas provocadas por el fuego. Así, llegó a entrevistarse con la fiscal Salas por estar imputado del delito de “tentativa de femicidio” a comienzos de diciembre y, a mediados de ese mes, abandonó el hospital para ser conducido directamente a la Alcaidía Penitenciaria N° 44 de Batán.

Representado por el defensor oficial Mauro Giacomaso, Basualdo se negó a declarar ante la investigadora, quien en esas semanas ordenó distintos peritajes y la realización de medidas de prueba para reunir en la causa que podía valerle al acusado una pena alta de prisión. Sin embargo, la acción penal se extinguiría (como el fuego que quemó su cuerpo y el de su pareja) el 14 de febrero de 2024. Sí, una paradoja: el Día de los Enamorados.

La policía había detenido a Matías Bausaldo dos meses antes de que intentara matar a Noelia Martínez.

Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar fuentes del caso, Basualdo murió en la cárcel de Olmos el 18 de enero. A ese presidio había sido trasladado debido a que en el de Batán no podía recibir el tratamiento adecuado que requería su enfermedad terminal. A pesar de que en su celda de aquella localidad ubicada en el Partido de La Plata estaría “mejor cuidado”, el cáncer no le dio tregua y le causó rápidamente la muerte.