Quilmes de esta ciudad irá esta noche, desde las 21, por conseguir un triunfo en el estadio “Angel Sandrín” de Instituto que le permita cortar una racha negativa de seis caídas consecutivas que lo precipitó desde lugares de privilegio al penúltimo lugar en la tabla de posiciones de la Liga Nacional de Básquetbol.

El aliciente para el equipo marplatense es que en ese estadio siempre ganó en la máxima categoría. En la temporada 2015/2016, con un gran partido de Bruno Sansimoni, se impuso 66-57 y en la siguiente lo hizo por 84-68 con 23 de Luca Vildoza y 20 de Eric Flor. Incluso en el TNA 2012/2013 alcanzó la clasificación a semifinales derrotando a “La Gloria” como visitante por 70-61 para ponerle un 3-1 inalcanzable a una de las series de cuartos de dicho certamen.

Pero una cosa es la historia y otra el presente. Quilmes atraviesa momentos complicados. No juega mal, pero paga carísimos los pasajes de desatención defensiva. Y, aunque ni desde el cuerpo técnico ni desde el grupo de jugadores se lo enarbola como excusa, los rivales le hacen sufrir lo acotado de su rotación.

Hoy el elenco “tricolor” dispone de ocho jugadores. Si, como ante Peñarol, un par se cargan de faltas el margen de maniobra se le reduce enormemente. Javier Bianchelli, por ahora, no ha recurrido a las defensas zonales para maquillar tanta adversidad. Pero podría hacerlo en cualquier momento. Para cuidar a los propios y para alejar del aro a los ajenos.

La buena noticia para Quilmes fue que el inconveniente que sacó a Eric Flor de la recta final del cotejo frente a Peñarol fue apenas un calambre, una fatiga muscular generada por el cansancio. Al goleador nacido en Moreno, por las dudas, lo hicieron practicar diferenciado en el primer dìa de la semana. Y anoche viajó junto a sus compañeros hacia La Docta. Finalmente, por una enfermedad de último momento, Bruno Provenzano no integró la delegación que ayer al mediodía llegó a Córdoba y fue reemplazado por Darío Skidelsky.

La realidad de Instituto es bien distinta. El equipo del marplatense Facundo Piñero fue uno de los animadores del Súper 4 -bajó nada menos que a San Lorenzo en la semifinal- y lleva siete triunfos en once presentaciones. Llega a este partido con dos victorias consecutivas y con pretensiones de mantenerse en la pelea por los primeros lugares a las espaldas de los de Boedo, un equipo que parece estar en otra dimensión.

El equipo dirigido por Facundo Müller es favorito. Pero no sería la primera vez que un candidato se duerma una siesta. Quilmes tiene juego para poner en problemas a varios. Le falta apuntalarlo con defensa y una intensidad un poco más constante. A eso le apunta en Córdoba.