por Sebastián Arana

Quilmes no pudo aprovechar ni jugar en casa, ni la acumulación de faltas personales de Franco Balbi, el gran conductor de los porteños, en el cuarto final. Se encontró con el mejor Ferro de la serie y cayó 97 a 83 sin atenuantes. Los de Caballito recuperaron la ventaja de cancha perdida y se pusieron 2-1 en esta serie semifinal de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquetbol.

El optimismo provocado por los resultados de Buenos Aires y ´por un arranque pletórico de los lanzadores exteriores bien pronto trocó en preocupación. Quilmes, de movida, la metió de afuera y sacó ventajas. Sin embargo, cuando los porcentajes de acierto se normalizaron, Ferro pasó a mandar en el juego. Con la sagacidad de siempre de Balbi para manejar los hilos de la ofensiva. Con el desequilibrio que en el poste bajo impusieron Clemente y Alessio.

El equipo de Caballito dominó el rebote con autoridad y con la claridad de sus juegos ofensivos alcanzó porcentajes de tiro asombrosos. Casi no probó de tres puntos, pero alcanzó un 67% en dobles y un 80% en tiros libres en ese cuarto inicial. Quilmes, que había comenzado dominando el juego, enseguida empezó a correr de atrás a su rival, que se llevó el primer cuarto por 27-22.

El conjunto visitante, con una estupenda ráfaga de Aguiar -ocho puntos casi consecutivos-, incrementó la diferencia a una máxima de 39-30 antes de la primera mitad del parcial.

Los de Javier Bianchelli tiraron varias cosas sobre la cancha en el afán de lograr consistencia defensiva. Pero ni la presencia al mismo tiempo de Robinson y Ruiz para ganar en presencia física en el perímetro, ni la salida transitoria de Balbi, ni un pasaje a la defensa zonal que tanto rédito dio en Caballito le permitieron encontrar soluciones duraderas.

A Ferro, por el contrario, todo parecía salirle bien. Jugador que ingresaba, producía. Y con dos triples del juvenil Gramajo contra la zona se fue al descanso 49-42 al frente.

Pero el tercer cuarto fue otra historia. Quilmes salió a echar el resto con Vildoza inspiradísimo. Un par de sus genialidades habituales levantaron a todos de sus asientos. Y Ruiz se plegó a la fiesta con ocho puntos casi sucesivos. En un abrir y cerrar de ojos, el elenco marplatense remontó el barrilete y pasó fugazmente al frente.

Balbi, de todos modos, en el peor momento, recuperó el control y logró hacer entrar en juego repetidamente a Alessio. Pero, cuando los de Caballito volvían a escaparse, el base cometió su cuarta falta y Quilmes aprovechó para equilibrar en 64 antes de entrar al cuarto final.

Parecía todo dado para los locales. Pero todo ocurrió de manera muy diferente. Con Maldonado correcto supliendo a Balbi en la base, Ferro capeó el temporal. Y también, cómo no, con una buena carga al rebote ofensivo y un pasaje de gran consistencia defensiva. Quilmes anotó sólo dos puntos en los primeros seis minutos del último cuarto y los de Alvaro Castiñeira sacaron su máxima renta (80-66) de la noche después de un triple a la carrera de Tantos.

Cuando Vildoza rompió la sequía con dos tiros libres, a falta de tres minutos, la historia ya estaba sentenciada.
En definitiva, en el momento de las definiciones, sin su líder en el rectángulo, Ferro jugó casi perfecto para recuperar la ventaja de cancha.

A Quilmes, desdibujado, le salió casi todo mal. Es hora de volver a remar. Algo que usualmente hace bien. El desquite lo tendrá el domingo.

Síntesis

Quilmes (83): L. Vildoza 20, E. Flor 9, E. Ruiz 16, I. Clark 10 e I. Basualdo 8 (FI); A. Eslava 2, T. Robinson 14, M. Maciel 2, J. Merchant 0, J. De la Fuente 0, J. González Cheppi 2 y J. Arraiz 0. DT: Javier Bianchelli.

Ferro (97): F. Balbi 9, J. Maldonado 16, M. Aguiar 14, R. Clemente 14 e I. Alessio 14 (FI); M. Cuello 12 (x), L. Tantos 3, K. Hernández 9, I. Gramajo 6, T. Spano 0 y A. Bavasso 0. DT: Alvaro Castiñeira.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Juan Fernández-Diego Rougier-Mario Aluz.
Parciales: 22-27, 42-49 y 64-64.