Por Sebastián Arana

 
Mala noche para Quilmes, que no pudo aprovechar sus muy buenos números ofensivos de la primera parte. Como no defendió bien, cuando en el complemento la puntería mermó, fue superado por Comunicaciones de Mercedes, que se impuso 92-88 y lo hizo caer un lugar en la tabla de posiciones de la Liga Nacional de Básquetbol.

Quilmes, que jugó sin Luciano Tantos y Sebastian Morales (sufrió una distensión en el isquiotibial de una de sus piernas y tendrá una recuperación de diez días), anotó en los primeros cuatro ataques, en tres de ellos de tres puntos, y obligó a Ariel Rearte, DT de los visitantes, a pedir tiempo muerto cuando todavía no se habían jugado ni dos minutos de partido. El marcador, entonces, favorecía 12-2 a los de Javier Bianchelli y parecía un paseo.

Fue, de todos modos, una sensación efìmera. Comunicaciones, con problemas defensivos a cuestas, se puso en juego pasándole el balón al joven pivote Víctor Leal y en tres minutos limó toda la desventaja y pasó fugazmente al frente.

Sin embargo, en su mejor pasaje defensivo, Quilmes “secó” a los visitantes, que anotaron cuatro puntos en los últimos cinco minutos del parcial. Y, como siguió anotando casi a placer desde la larga distancia, terminó 26-19 el cuarto.

Víctor Fernández, líder de la ofensiva con 11 puntos en el primer parcial, fue mejor tomado en el segundo cuarto. Pero su salida de escena no hizo mella en un Quilmes que atacaba con fluidez y metía la bola desde lejos casi sin dificultades. En un momento, a falta de dos minutos medio y pese a que la visita también convertía sus puntos, el elenco de Bianchelli ganaba 45-35 muy cómodo y sus porcentajes de tiros de tres puntos superaban un increíble 60%.

Sin embargo, se relajó en la parte final de la etapa y lo pagó carísimo. No pudo defender los cortes al canasto de Facundo Giorgi -encadenó nueve de sus diez puntos en una ráfaga explosiva- y sufrió un parcial de 0-11. Con 8/14 en triples, Quilmes perdió el primer tiempo 46-45. No era un buen agüero.

En el tercer ocurrió lo que cualquiera podía suponer. Los fabulosos porcentajes de tiro quilmeños de la primera parte empezaron a caer. Con números terrenales y sin poder plantar la defensa, Quilmes vió como Comunicaciones se comenzaba a adueñar del partido. Sin prisa, pero sin pausa. Con un contraataque eficaz y con la astucia de Novar Gadson (11 puntos en el parcial) para amagar, hacer volar a sus marcadores y luego anotar.

Quilmes, con mayor decisión de Frazier para atacar el aro, pudo neutralizar la primera escapada, pero no la segunda. Hacia el final del parcial, la visita había consolidado un margen que oscilaba entre los seis y ocho puntos. Con esa luz ingresó al cuarto final.

Para peor, en el epílogo, el interminable Robert Battle, cuya presencia fue dosificada, le dio minutos de calidad a los suyos y la diferencia superó la barrera de los diez puntos (79-68) a falta de seis minutos.

Un par de triples de Frazier alimentaron la ilusión de un vuelco. Pero a la esperanza le faltó un pilar fundamental: una buena defensa. Y antes de los dos minutos finales sendos triples de Safar y Gerlero, alimentados por la viveza de Gadson, sellaron la derrota. Quilmes retrocedió un casillero.

La síntesis

Quilmes 88
V. Fernández 21, L. Ortiz 8, W. Frazier 18, M. Maciel 6 y C. Warner 9 (FI); E. Vassirani 6, J. E. De la Fuente 18, M. Bolívar 2 y A. Lecona 0. DT: Javier Bianchelli.

Comunicaciones 92
L. Cequeira 10, S. Safar 7, M. Gerlero 10, N. Gadson 23 y V. Leal Velozo 8 (FI); R. Battle 13 (x), J. Defelippo 5 (x), K. Davis 2 y F. Giorgi 14. DT: Ariel Rearte.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: F.Sampietro-P.Hoyo-J.Sánchez.
Parciales: 26-19, 45-46 y 64-70.

Se va Warner, viene Jackson

Tras la caída de ante Comunicaciones, los dirigentes de Quilmes confirmaron el despido del interno estadounidense Calvin Warner, cuyo rendimiento no conformó, y el acuerdo para sumar un reemplazante antes del decisivo partido del domingo ante Argentino de Junín.

El elegido es Richard Jackson, un pivote de 2,06 metros, próximo a cumplir 30 años, que en la temporada pasada jugó diez partidos en Gimnasia de Comodoro Rivadavia antes de sufrir una lesión. En ellos promedió 8,4 puntos y 6,1 rebotes en 19 minutos por juego.