Quilmes mostró en Pergamino la otra cara de la moneda
El equipo marplatense derrotó como visitante por 91-81 a Pergamino Básquet. Se recuperó del descalabro de Río Gallegos con una mejoría defensiva, la sabia conducción de Cequeira y el poder de gol de Dupuy y Aristu. El domingo visita a Ciclista Juninense.
Entre Eseverri y Calcaterra intentan cerrar el pase de Federico Gobetti. Quilmes ganó en Pergamino. Foto: Fernando Miranda (Basquet 24)
De una noche muy triste a una muy feliz. Sin escalas. De jugar muy mal a hacerlo bien. Quilmes plantó defensa, Cequeira condujo estupendamente y fue la noche de Dupuy y Aristu. Y así el equipo de Luis Fernández se impuso como visitante por 91-81 a Pergamino Básquet por una nueva fecha de la Liga Argentina de Básquetbol.
Quilmes mostró una expresión muy mejorada en relación a Río Gallegos. Pergamino no salió tan decidido como Hispano a ensuciarle el traslado y el equipo marplatense atacó más cómodo y enseguida manejó ventajas. El acierto exterior de Dupuy y Aristu -jugó su mejor partido desde que se incorporó al equipo- impuso condiciones desde el vamos y los de Luis Fernández llegaron a tomar diez puntos de luz (21-11) promediando el primer parcial.
Enseguida Pagura comenzó a mover su rotación y la energía de los relevos -buenas entradas de Torne y Luciano González- le permitió defender mejor y achicarla brecha. Pergamino Básquet se puso 22-23 a pocos segundos del final del cuarto inicial. Pero Cequeira le dio un duro mazazo con un triple desde la mitad de la cancha en el instante final.
Esa conversión inverosímil abrió otra secuencia del partido. Quilmes tuvo minutos muy sólidos en el segundo parcial y Dupuy, que se fue al descanso con 22 puntos, fue una pesadilla. El equipo marplatense controló totalmente el desarrollo del cotejo y la ventaja se fue por arriba de los quince puntos.
El conjunto local, con enérgicos arrestos, se puso en partido antes del final del primer tiempo y aumentó la presión en los primeros minutos del tercer cuarto. Hasta que se produjeron algunos incidentes entre plateístas y Luis Fernández, quien finalmente fue descalificado, cuando promediaba dicho parcial.
La interrupción de diez minutos del partido, en definitiva, benefició a Quilmes. Pergamino Básquet, en ese punto, estaba 54-58, a sólo cuatro puntos cuando había estado muy mal en el tercer cuarto.
Sin embargo, no pudo ir más allá. Sus fallos desde la línea de libres le jugaron una mala pasada. El resto lo hicieron entre el certero Aristu y un Luis Cequeira que le imprimió su sello al partido. “Junior” se hizo cargo con tanta personalidad como calidad del momento de incertidumbre. El conjunto local no pudo arrebatarle el control del partido.
Bajo la batuta del chaqueño, Quilmes jugó mejor el tramo final. De esta manera no pasó demasiados sobresaltos para asegurar la victoria y así recuperó en la ruta algo del terreno perdido en el Polideportivo. Y mostró una cara diametralmente opuesta a la de Río Gallegos.