La jornada del jueves fue muy productiva para el mundo Quilmes en la Liga Nacional de Básquetbol. Por un lado, se concretó la continuidad del escolta Enzo Ruiz, y unas horas después, se acordó la llegada del base Nicolás Ferreyra a partir de un vínculo que lo unirá por dos temporadas al “tricolor”.

Así, las dos fichas mayores recientemente confirmadas se suman al escolta Eric Flor y el pivote Iván Basualdo (ambos con contrato vigente para la próxima campaña), el base Sub 23 Bruno Sansimoni y el ala-pivote puertorriqueño Ricky Sánchez.

Ruiz, quien volvió al “tricolor” en esta temporada (se había desvinculado a mitad de la pasada campaña y recaló en Instituto de Córdoba) fue convirtiéndose en una pieza clave en el fantástico andar de Quilmes, que llegó hasta la final de la Conferencia Sur.

El santiagueño, de 28 años y 1,95 metros, completó la campaña 2016/17 con promedios de 12,4 puntos (40,3% en triples), 2,1 rebotes y 1,3 asistencias en 28,5 minutos a lo largo de 58 partidos jugados.

Por su parte, Ferreyra vuelve al club con el que logró el ascenso en 2010/11 desde el TNA, para continuar en la máxima categoría en 2011/12. En aquella campaña en la Liga A con el “tricolor” registró promedios de 9,2 puntos, 1,4 rebotes y 2,4 asistencias en 32,6 minutos tras 48 partidos. Dejó un muy buen recuerdo y vuelve con la responsabilidad de volver a ser el conductor titular.

El base nicoleño tiene 32 años, mide 1,85 metros inició la presente temporada en Ciclista Olímpico de La Banda con escaso protagonismo (jugó 38 partidos, con 3,8 puntos y 1,6 asistencias). Luego pasó a Hispano Americano de Río Gallegos y su aporte fue muy significativo para asegurar la permanencia de los patagónicos.

Allí actuó en 15 partidos con números más importantes: 8,7 puntos, 1,3 rebotes y 2,3 asistencias, con 21,9 minutos de permanencia en cancha.
De ahora en más, Quilmes buscará un recambio interior y un alero. Se apunta a la continuidad de Ivory Clark y, eventualmente, también podría conservar la ficha de Maximiliano Maciel.