Quilmes celebró en el festival del gol
Derrotó a San Martín de Corrientes, por 112 a 109 en la Liga Nacional de básquetbol.
El enésimo rompimiento de Walter Baxley rodeado de la pasividad de los rivales. El estadounidense anotó 32 puntos y Quilmes llegó a 112. Foto: Maximiliano Gutiérrez (Prensa Quilmes)
Por Marcelo Solari
Once Unidos fue testigo de una noche indefensa. Porque justamente de defensa carecieron los dos equipos. En ese contexto casi inverosímil para esta Liga Nacional de Básquetbol, Quilmes volvió a sonreir después de la desazón en el clásico y superó a San Martín de Corrientes, por 112 a 109.
Ambos conjuntos terminaron bien por encima del 60% de acierto en tiros de cancha. Un disparate. Y en ese marco, lógicamente hubo numerosos destacados en la faz individual, aunque las palmas fueron para Luca Vildoza. Anotó 33 puntos (su máxima histórica) y entregó 9 asistencias. Completito.
En cierta forma, por características y el respaldo de las estadísticas, no se esperaba un juego defensivo ni mucho menos. Pero tampoco lo que sucedió. Ambos anotaron con continuidad sin demasiados inconvenientes y con altos porcentajes.
Quizás la única defensa seria -incluso en exceso- fue la que planteó en el primer cuarto Miguel Gerlero sobre Walter Baxley (quien anotó sus primeros puntos de la noche recién en los segundos finales del primer cuarto). Incluso esa marca al límite propuesta por el alero cordobés generó algunos diálogos y roces entre ambos. En oposición con el resto de compañeros y rivales que, defensivamente, contribuyeron bien poco.
Adelante, Luca Vildoza (10 puntos en el cuarto inicial), por el local, y Jeremiah Wood (también 10), por el visitante, fueron las referencias, si bien los dos equipos anotaron por varias manos y en cantidad, ante la tibia oposición defensiva.
La alta efectividad provocó pocos rebotes. Y allí tampoco estaba feliz el “tricolor”, ya que San Martín cosechó segundas opciones valiosas que supo transformar en puntos para distanciarse 29-39 a 6m40s del final de la primera mitad.
Tras el minuto de Leandro Ramella, Quilmes, por fin, encontró mayor intensidad defensiva. Y con ello, más soltura para atacar. Empezó a amenazar con un rompimiento de Maximiliano Maciel y un contraataque rubricado por Vildoza.
El “tiempo muerto” de Sebastián González no obtuvo demasiados réditos para los suyos. Con Baxley más enfocado (terminó el primer tiempo con 10 puntos, más cerca de su rendimiento habitual) el desarrollo se modificaba sustancialmente.
Además, la presencia de Maciel le dio al local gol y mejor circulación ofensiva. Dos libres de Vildoza sirvieron para empatar en 41, aún sin jugar bien, ya que Quilmes llevaba 10 pérdidas al pasar la mitad del segundo cuarto.
Pero el contexto era otro. Más acorde a las aspiraciones del local. San Martín ya no se sentía tan seguro y no pudo impedir el sprint que depositó arriba en las cifras a Quilmes al momento de irse a los vestuarios.
Más equilibrado resultó el tercer parcial, otra vez con Vildoza y Wood en franca competencia por el liderazgo goleador. El local estableció un leve predominio en la medida que disminuyó su margen de error (68-64). Y aunque encontró un par de buenas soluciones para refutar la defensa zonal del oponente (algo que suele costarle), incurrió en una seguidilla de errores (pérdidas y malas decisiones) que despertron a San Martín (68-68).
De todas formas, los siempre productivos Maciel y Baxley pusieron otra vez adelante al local antes de iniciarse el segmento decisivo.
En esos últimos 10 minutos, Quilmes tampoco terminó de establecer una postura defensiva confiable. Pero San Martín, mucho menos.
Y a pesar de la correcta gestión de Mariano Fierro -un relevo muy rendidor-, la combinación entre Vildoza, Baxley y Maciel le otorgó la supremacia necesaria al local para administrar una ventaja del orden de los 6 puntos, aunque con el riesgo implícito de tener que convertir casi siempre en un juego que inexorablemte se encaminaba a cifras de tres dígitos.
Hasta que una acción “made in Baxley” terminó en doble y libre convertido por el estadounidense para asegurar una victoria tan necesaria.