Ante el mismo rival, en la misma instancia y nuevamente con desventaja de cancha. Así se presenta el panorama para Quilmes, que iniciará este jueves el play-offs por los cuartos de final del Torneo Clausura de la Liga Argentina de Básquetbol ante Lanús.

El partido, el primero de una llave al mejor de cinco encuentros, comenzará a las 20.30, en el estadio “Antonio Rotili”, del “Granate”, que ostenta la ventaja deportiva por haber sido primero en la Zona A de la Conferencia Sur.

Por su gran campaña (12 triunfos y apenas 2 derrotas), los dirigidos por Sebastián Saborido accedieron directamente a los cuartos de final. Quilmes, en cambio, fue cuarto en la Zona B, con récord de 7 éxitos y 7 traspiés, y tuvo que jugar en octavos de final, fase en la que se deshizo sin mayores problemas de Tomás de Rocamora (2-0).

En la temporada pasada, ambos se cruzaron también en cuartos de final, nuevamente con ventaja de cancha para los del Gran Buenos Aires. Y Lanús avanzó tras sentenciar la serie por 3-1.

Hay una diferencia sustancial entre aquella serie y la que se iniciará este jueves: Andrés Lugli ahora juega para el “tricolor”. El base protagoniza una temporada individual con excelentes números (dos “triples-dobles” incluidos), aunque colectivamente su equipo ha jugado bien sólo por momentos.

Lugli promedia 13,2 puntos (apenas con un 24% en triples), 9,6 rebotes, 6,6 asistencias y 3,3 robos en 36,0 minutos a lo largo de 14 partidos en el Clausura. Conforma, junto a Juan Esteban De la Fuente (20,1 puntos) y Tirrell Brown (18,5) un tridente ofensivo superlativo.

Pero a veces, Quilmes se apresura, comete errores que pueden evitarse y, además, le ha costado defender, especialmente fuera de casa. Si bien en los últimos juegos esbozó una evolución en ese aspecto, permite 79,0 puntos por juego de sus rivales.

Con la presencia asegurada de Agustín Ecker, el entrenador Juan Cruz Izarra podrá estirar la rotación, algo que siempre se agradece. Los marplatenses saben que, para pasar de ronda, están obligados a ganar al menos un partido como visitante. Y no le ha resultado para nada sencillo en todo el torneo (incluyendo Apertura y Clausura).

Del otro lado estará el poderoso Lanús. Con otras características. No sólo estableció el mejor registro entre triunfos y derrotas, contando ambas Conferencias, sino que también posee la mejor defensa de todo el torneo. Apenas permite 66,6 puntos a sus oponentes. Una marca registrada de un conjunto que acaso no luce ni es espectacular en cuanto a individualidades, pero conforma un bloque muy sólido y difícil de vulnerar.

No impresiona por sus cualidades ofensivas, pero reparte en forma excelente las responsabilidades para anotar. Y se ha potenciado con la llegada del ala-pivote panameño Gil Atencio Yearwood, quien ocupa el lugar que había dejado vacante el estadounidense Matthew Dade. Ocho jugadores promedian 20 o más minutos de juego, y el propio Yearwood viene incrementando su participación, lo que permite que la estructura general no se resienta con las variantes.

Sin dudas, una prueba de enorme exigencia para el “tricolor”, que tendrá el plantel completo a disposición y también sabe que, por calidad y jerarquía individual, no es menos que ningún equipo. Tendrá que demostrarlo también a la hora del rendimiento de conjunto.

Formaciones

Lanús

Mariano Gago, Manuel Alonso, Joaquín Ríos, Juan Cruz Scacchi y Sebastián Chaine. DT: Sebastián Saborido.

Quilmes

Andrés Lugli, Julián Ruiz, Juan Esteban De la Fuente, Álvaro Chervo o Agustín Ecker y Tirrell Brown. DT: Juan Cruz Izarra.

Estadio: “Antonio Rotili”, de Lanús.
Árbitros: Leonardo Zalazar y Franco Anselmo.
Hora: 20.30.