“Puerto Rico me recuerda a Mar del Plata, los artistas hacen más de una cosa para vivir”
Lo dice el marplatense Maximiliano Rivas, actor y artista de circo. Es uno de los organizadores del Circo Fest, que se hace en Puerto Rico, país que eligió para vivir tras permanecer en Europa. Qué quiere traer a Mar del Plata.
Egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático (Emad) de Mar del Plata, nacido en Parque Luro, Maximiliano Rivas es un artista de circo que vivió en Europa y que eligió la isla de Puerto Rico para seguir creciendo. Desde hace seis ediciones, organiza el Circo Fest, un festival de circo y artes de calle que reúne a artistas callejeros de todo el mundo y que convoca a cientos de espectadores en San Juan de Puerto Rico.
La edición de 2019, que se realizó a principios de marzo, congregó a cirqueros y cirqueras de esta ciudad. “Tuvimos la suerte de invitar a Nacho Rey, que forma parte de Hazmereír: su número de verticales sobre sillas apoyadas sobre botellas de cristal ya es un clásico. Y también pudimos invitar a Josefina Pérez Gardey, ‘Muruya´’. Ella enamoró a todo el público puertorriqueño con su acto de cuerda floja”, contó Rivas.
Ahora, mientras planea una nueva gira por Europa, trabaja en la puesta a punto de un espectáculo de teatro con el que tiene previsto regresar a Mar del Plata el verano próximo. “Espero poder compartirlo con mi gente”, proyectó.
Los marplatenses que participaron en Circo Fest: Nacho Rey, Paola Belfiore y Josefina Pérez Gardey junto Rivas y Maite Rivera Carbonell (segundo y tercera desde la derecha).
Y adelantó que investiga en el teatro gestual y su fusión con el sonido. Es que su compañera Maite Rivera Carbonell es una destacada técnica de sonido que se ganó dos premios Goya y con ella lleva adelante este proyecto escénico circense que desea concretar en el verano marplatense.
Aunque considera que su disciplina madre es el teatro, Rivas encontró en el circo “un lenguaje de expresión que se puede plasmar en cualquier sitio, en la calle, el teatro o la carpa”, observó.
“El circo gusta porque cuando el público ve las proezas que realizan los artistas, no pueden controlar su emoción. Da igual si es una acrobacia, malabares o una rutina de clown. Es genuino, tiene riesgo, habilidad, disciplina, es participativo, inclusivo, atrapa a grandes y chicos por igual.
Es un lenguaje universal que siempre sorprende. Yo incursioné en la acrobacia, en los malabares, en el clown, en la magia cómica y como maestro de ceremonias. Y siempre lo he mezclado con técnicas de teatro porque de ahí vengo”.
-¿Cómo surgió este festival?
-Nos mudamos en 2012 con mi compañera Maite, que es de Puerto Rico, a la Isla del Encanto. Veníamos de vivir en Madrid, yo por ocho años y ella por catorce. En todos esos años en Europa nosotros nos dedicábamos a trabajar en festivales de arte de calle en distintos países europeos. Cuando nos mudamos a Puerto Rico emprendimos varios proyectos, uno de ellos fue el de crear un festival internacional en el Caribe. Nos pusimos en sociedad con José Carreño (Chile) que también se estaba mudando a la isla con su familia y así creamos la Asociación ACirc, organización sin fines de lucro con la que realizamos Circo Fest, El Bastión, obras de teatro y proyectos educativos. Este festival es el primero en el Caribe con estas características.
-¿Logró ser un festival popular, espectadores y espectadoras se suman a la propuesta?
-Es un proyecto impulsado por artistas que año tras año recibe un promedio de setenta mil espectadores durante los dos días que se realiza en el Viejo San Juan (Capital de Puerto Rico y casco histórico). Pero el proyecto en total dura diez días. Cada año invitamos a ocho o nueve compañías de distintas partes del mundo a las que les cubrimos los gastos. Los artistas invitados se comprometen a brindar dos días de talleres gratuitos para la comunidad artística de aquí. Luego participan con sus espectáculos en el festival grande en Viejo San Juan, donde a la vez se presentan treinta compañías provenientes de diferentes municipios de Puerto Rico. Durante esos dos días se programan aproximadamente ochenta espectáculos el sábado y sesenta y cinco el domingo, realizando un gran cierre al final del día domingo donde montamos una varieté con todos los artistas internacionales invitados. Año tras año se va afianzando más el proyecto, recibiendo el respaldo del público local, público que nos visita de afuera de la isla y empresas privadas que nos ayudan a conseguir el presupuesto que necesitamos para poder realizarlo.
-¿Cómo es la realidad de los artistas en Puerto Rico?
-Puerto Rico me recuerda mucho a Mar del Plata. Los artistas acá tienen que hacer mucho más de una cosa para vivir. Somos pocos los que vivimos solo de nuestro trabajo artístico. Hay mucha calidad aquí. Y el nivel musical es increíble. Teniendo en cuenta que es una isla con cuatro millones de habitantes, es alucinante que tengan tanta calidad artística en diferentes estilos. El promedio de artista por metro cuadrado es altísimo.