Prorrogan por más de un mes el final de la investigación del caso Lucía Pérez
A la fiscal María Isabel Sánchez se le vencía por estas horas el plazo para elevar a juicio la causa. Sin embargo, como resta hacerse la junta médica para saber cómo murió Lucía Pérez, se prorrogó el final de la instrucción hasta el 15 de septiembre.
La causa que investiga la muerte de Lucía Pérez (16), aquella adolescente que para la Justicia fue asesinada luego de ser drogada, violada y empalada en una casa del barrio Alfar, podrá continuar abierta hasta el 15 de septiembre a raíz de la demora en la realización de una crucial junta médica.
Así lo confirmó la Justicia de Garantías al aceptar la prórroga excepcional solicitada por la fiscal María Isabel Sánchez, a quien por estas horas se le vencía el último plazo para hacer la requisitoria de elevación a juicio contra los tres detenidos Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel.
La fecha para la junta médica fue fijada en el 30 de agosto y será la conclusión final que se agregará al expediente para tratar de entender cuál fue la causa del deceso de la menor.
La muerte de Lucía Pérez se constató el 8 de octubre del año pasado en la sala de salud del barrio Playa Serena, hasta donde había sido trasladada por los tres hombres. Sin signos de violencia a la vista, el médico pretendió reanimarla pero no obtuvo resultado, por lo que avisó a la policía.
A partir de entonces se inició una investigación confusa, en la que una apresurada conferencia de prensa de la fiscal ayudó a reconstruir un episodio que no pudo al día de hoy ser certificado por la ciencia forense. Es que desde un primer momento se habló de que a la menor la habían drogado para luego violarla y en ese acto, por medio del empalamiento, asesinarla.
La autopsia inicial arrojó conclusiones relativas, sujetas a nuevos peritajes los que nunca llegaron con la fuerza de la certeza que la investigación necesitaba. Por ese motivo fue que desfilaron peritos de parte de la fiscalía y de la defensa con miradas opuestas sobre qué había pasado con Lucía Pérez.
Lo que sí pudo acreditarse es que Lucía había conocido a Farías y a Offidani el día anterior, el viernes 7 de octubre, a la salida de la escuela a la que concurría. La menor subió a la camioneta de Offidani –por sugerencia de una compañera-, adquirió marihuana y fue cautivada por Farías, tanto que acordaron un encuentro para la mañana siguiente.
Acaso atraída por la condición de “puntero” que ostentaba Farías, la menor aceptó ir hasta la casa de Racedo al 4800, en el barrio Alfar. Farías pidió la ayuda de su amigo Offidani, una vez más, y con la camioneta Fiat ambos pasaron a buscar a Lucía. Luego, el misterio. Al menos Farías y Lucía se quedaron en la casa desde las 10 de la mañana hasta las 14, aproximadamente.
Matías Farías.
En su descargo, Farías dijo que consumieron drogas y que habían tenido relaciones sexuales consentidas y reiteradas en todas esas horas.
En cambio, para la Justicia sucedió algo diferente, aberrante y causal de una pena de reclusión perpetua para los tres hombres. La hipótesis inicial de que Lucía fue obligada a consumir drogas y, aprovechando su estado de voluntad disminuida, abusada sexualmente, se mantiene para la fiscal Sánchez, aunque eso también forma parte de lo que la nueva junta médica deberá resolver. La causa de la muerte es incluso mucho más compleja de distinguir, dado que a la especulación primera de un reflejo vaso vagal –colapso por el dolor sufrido- y la sobredosis se le sumó el de la asfixia por sofocación.
También la fiscalía entiende que Maciel ayudó a acondicionar –lavó y vistió- el cuerpo de Lucía antes de subirlo a la camioneta que la trasladó a la sala de salud.
El 30 de agosto la Corte Suprema por medio de sus peritos analizará toda la prueba y llegará a una conclusión, la cual deberá agregarse a la causa de inmediato. La fiscal Sánchez deberá tener preparado para el 15 de septiembre, ya sin más posibilidades de postergación, el escrito de elevación a juicio
Matías Farías está acusado de abuso sexual seguido de muerte en concurso con femicidio; Juan Pablo Offidani, partícipe necesario en primer grado, y Alejandro Maciel, por encubrimiento agravado.