Un porcentaje alarmante de mujeres marplatenses, según estudios realizados en la ciudad, ha sufrido en más de una oportunidad acoso callejero. A muchas las han seguido en la vía pública e incluso vivenciaron una situación donde una persona le mostró sus genitales. El problema no es nuevo, pero en el Concejo Deliberante consideran que es tiempo de revertirlo.

La concejal radical Marianela Romero elevó esta semana un proyecto que apunta a crear el “Programa de Prevención y Erradicación del Acoso Sexual Callejero” en el ámbito del Partido de General Pueyrredon.

La iniciativa, que empezará a discutirse en las comisiones internas del Cuerpo, va en sintonía con la Ley Nacional 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, y que entre las modalidades en las que se manifiestan los distintos tipos de violencia, aparece el acoso sexual callejero.

Se trata de aquella violencia ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo.

Este programa que podría implementarse en Mar del Plata si el Concejo Deliberante acompaña la propuesta, contempla cuatro objetivos que se extienden a diferentes ámbitos.

El primero contempla la realización de “campañas de difusión y sensibilización” acerca del acoso sexual callejero como una forma de violencia contra las mujeres.

El segundo apunta a elaborar y distribuir material que informe sobre el contenido de la Ley 26.485, sobre las características de acoso sexual en lugares públicos y privados de acceso público y las vías para denunciarlo.

El tercero promueve el desarrollo de talleres, jornadas y otras actividades orientadas a la capacitación de equipos específicos que la autoridad considere pertinente.

Debido a que se trata de un problema fuertemente arraigado, el cuarto objetivo apunta a las bases de la sociedad e insta a la Secretaria de Educación a la implementación en todos los niveles y modalidades educativos municipales, actividades orientadas a concientizar sobre el acoso sexual callejero.

A su vez, el proyecto propone crear un ámbito de consulta telefónico gratuito con el correspondiente sitio web municipal y aplicación digital para ser ejecutada en teléfonos celulares, tablets y otros dispositivos móviles con el objetivo de poder acceder a información sobre el presente programa.

Se designa como autoridad de aplicación del presente programa a la Secretaria de Desarrollo Social a través de la Dirección de Políticas de Género de la Subsecretaría de Derechos Humanos.

Asimismo encomienda al Ejecutivo local a realizar convenios con instituciones y organizaciones de la sociedad civil para desarrollar talleres, programas y charlas que busquen sensibilizar y generar conciencia sobre la importancia de la prevención y erradicación del acoso sexual callejero.

El acoso callejero puede manifestarse de diferentes maneras: actos verbales, mal llamados “piropos”, que resultan humillantes y ofensivos; fotos y grabaciones no consentidas; persecución o arrinconamiento; y abordajes intimidantes, exhibicionismo o masturbación.

Según el estudio “Ella se mueve segura” del Banco de Desarrollo de América Latina y datos del Observatorio Ni una menos de MuMaLá, “todas las mujeres” en Argentina declaran haber sido víctimas de acoso callejero por lo menos una vez.

Un relevamiento realizado por la Universidad Nacional de Mar del Plata entre 500 mujeres estableció que prácticamente el 100% sufrió acoso callejero y que el 70% fue seguida en la calle. Incluso un 30% dijo haber estado en una situación donde una persona le mostró los genitales.

El problema se registra con alarmante frecuencia y naturalidad en el transporte público: nueve de cada diez mujeres sufrió dos o más situaciones de este tipo en el colectivo.

“Resulta indispensable considerar esta problemática de forma seria y responsable, siendo necesario realizar intervenciones y asistencia destinadas tanto a las víctimas como a los acosadores que hayan ejercido este tipo de violencia”, advirtió Marianela Romero.

La concejal radical destacó que “es importante realizar campañas de difusión para lograr informar a la sociedad y sensibilizarla a los fines de no naturalizar el tipo de violencia que implica el acoso callejero”.