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Campo 3 de febrero de 2018

Pronunciados altibajos en el cinturón hortícola a lo largo de los últimos 17 años

Un informe exhaustivo sobre la evolución del Cinturón Hortícola de Mar del Plata, en el período 2001-2017, publica en su última edición la revista Vision Rural del INTA Balcarce.

El resultado de un trabajo de investigación sobre la Evolución del Cinturón Hortícola de Mar del Plata en los años de este siglo lleva las firmas de los técnicos Enrique Adlercreutz y Alfredo Szczesny y del asesor privado Marcelo Francucci.

En principio se da cuenta del incremento en la superficie hortícola cultivada, que en la modalidad “a campo” pasó de 6.902 ha en el año 2000 a las 9.500 ha de la actualidad. En tanto la superficie “bajo cubierta” (invernáculos) tuvo un salto de nada menos que 334 por ciento en los 17 años considerados.

El análisis por cultivo muestra significativos altibajos, partiendo de indicar las implantaciones más importantes: lechuga , zanahoria, maíz dulce (choclo) y zapallo (Anco y Tetsukabuto), que en su conjunto suponen un 57 % de la superficie trabajada.

Son de fácil visualización dos gráficos. El que muestra los cultivos que aumentaron la superficie sembrada incluye: acelga, berenjena, cebolla de verdeo, remolacha, albahaca, brócoli y pereji.

El de las disminuciones incluye: ajo, apio, cebolla de bulbo, coliflor, tomate, alcaucil, arveja fresca, chaucha y espárrago.

La lechuga, en baja

Veamos los apuntes más destacados que realizan los técnicos. La suba más destacada es la del choclo que ha pasado de unas 380 hectáreas en el año 2001 a 2000 ha en el 2015. De este modo, los productores del cordón marplatense han logrado desplazar del mercado al de zonas tradicionales.
Lo contrario sucede con la lechuga. De un pico productivo de 2.900 hectáreas en 2007 bajó a unas 1.600 en los últimos años. En este caso, sucedió la fuerte competencia del cultivo de bajo cubierta y mediante plantines en los alrededores de La Plata y en chacras del Gran Buenos Aires. Pero il informe alude a otro factor importante. “La aprobación en 2008 de la Ordenanza Municipal 18.740 que impidió la utilización de cualquier plaguicida de síntesis dentro del radio de mil metros a partir del límite de las plantas urbanas o núcleos poblacionales”. Muchos productores redujeron las superficies o se trasladaron a otras regiones o directamente abandonaron el tipo de emprendimiento ante la incertidumbre de no poder controlar las plagas o ante la posibilidad de afrontar denuncias legales, que efectivamente habrían de sucederse.

Existen otros dos motivos: el surgimiento de cordones hortícolas en torno de otras ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires y la menor disponibilidad de mano de obra, léase menor corriente migratoria desde Bolivia.

Continuamos con otras observaciones interesantes. El gran descenso de superficie para el ajo y la cebolla de bulbo en la región se ha debido al desplazamiento a zonas más aptas (clima más seco, suelo más suelto) como las del sur de la provincia de Buenos Aires y Mendoza.

Otra tendencia es la de ir hacia productos que demandan menor cantidad de mano de obra. Esto ha incidido fuertemente para que aumentara la superficie para el choclo y el zapallo, en desmedro de la chaucha o la arveja, que requieren gran número de personas especialmente en el momento de la cosecha.

También el cambio en los hábitos de consumo influye. El brócoli, por ejemplo, se cultiva más porque es más demandado al conocerse mejor sus propiedades nutricionales.

Sin variantes

En el artículo publicado por Visión Rural se informa además que los cultivos que mantuvieron constante la superficie sembrada a campo a lo largo de los 17 años evaluados fueron: zanahoria, zapallo, espinaca, frutilla, repollo, puerro, hinojo, pimiento, zapallito de tronco y radicheta, y en cuanto a la superficie bajo cubierta: pimiento, espinaca, albahaca y berenjena.