Por Paula Mantero (*)

El 15 de junio fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial de toma de conciencia contra el abuso y el maltrato en la vejez. Entre 2015 y 2030 se prevé que en todos los países del mundo habrá un aumento sustancial de población de personas mayores de 60 años. La celebración de este día sirve para que todo el mundo exprese su oposición a los abusos y los sufrimientos infligidos a nuestras generaciones mayores.

Hace exactamente un año que presentamos un proyecto integral sobre el abordaje del buen trato hacia las personas mayores, teniendo en cuenta que nuestra ciudad cuenta con un gran número, convirtiéndola en una de las ciudades con más población mayor. Es justamente el motivo por el cual tenemos que tener el compromiso con esa franja etaria para establecer vínculos y relaciones que retomen los conceptos del buen trato en todas las instituciones públicas y privadas.

El maltrato a las personas mayores es un fenómeno complejo que se da en el ámbito de lo privado y de lo público. No nos referimos solo al maltrato físico, sino también al económico, psicológico y las estafas de las que son víctimas. Es difícil tratar este tema, porque sin duda nos sensibiliza a tal punto que nuestros mecanismos hacen que lo rechacemos de plano y no acreditemos que esto sucede. Pero es necesario tomar conciencia y poner en palabras hechos que sucede, y quedan atrapados en un grito silencioso por parte de las víctimas.

Si bien el abuso para con las personas mayores ocurre probablemente desde hace siglos, recién en los últimos 30 años han aparecido publicaciones al respecto. Adquiere cada día mayor relevancia por el número creciente de personas afectadas y por las consecuencias inherentes que estos malos tratos conllevan. El maltrato a los mayores constituye un fenómeno que no se denuncia y que necesita ser reconocido, instalarse para empezar a trabajar en su prevención a través de la educación.

Que Mar del Plata y Batán sean las ciudades del buen trato a las personas mayores depende del trabajo articulado y coordinado desde el Estado con el sector privado. En el buen trato y la atención a los mayores se ponen en juego las percepciones y prejuicios que tenemos sobre la vejez, que muchas veces son inconscientes y se encuentran naturalizados. Esto incluye no infantilizarlos, respetar sus preferencias, pero también brindar todos los elementos para que puedan ejercer sus derechos y promover un envejecimiento activo y saludable.

Debemos erradicar los falsos mitos en torno a la vejez, ayudando a la no estigmatización de las personas mayores. Y convertirlo en un punto de partida para integrar a las vejeces en la planificación de la ciudad.

(*) Concejal de Acción Marplatense