El instructor de kickboxing del establecimiento ubicado en el Puerto indicó que no encuentra explicación de la denuncia de la joven, con quien mantenía un buen vínculo hasta la semana pasada.
El profesor del gimnasio del Puerto acusado por el presunto abuso sexual de una adolescente de 16 años declaró ayer ante la Justicia y dijo que hubo una “relación consentida”.
El instructor de kickboxing del establecimiento ubicado en 12 de Octubre al 3400 se presentó ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli en Tribunales para dar su versión de los hechos. En ese marco, ratificó que hubo una relación sexual pero dijo que fue en el marco de un coqueteo entre ambos que existía desde hacía tiempo.
Además, indicó que no encuentra explicación de la denuncia de la joven, con quien mantenía un buen vínculo hasta la semana pasada. “Dijo que siempre tuvieron una relación buena, como la de cualquier hombre que trabaja en un gimnasio con chicas”, confió anoche una fuente del caso consultada por LA CAPITAL.
Luego de la diligencia, el acusado en la causa caratulada como “abuso sexual con acceso carnal” volvió a ser trasladado a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, donde permanece detenido desde el miércoles 7 de diciembre.
Por su parte, la víctima declará hoy ante el fiscal Pellegrinelli, quien espera escuchar su versión del hecho para analizar cómo continúa la investigación y evaluar la situación procesal del imputado.
El caso se inició el martes 6 de diciembre, cuando la víctima denunció en la Comisaría de la Mujer que el profesor del gimnasio al que acudía, ubicado en 12 de Octubre al 3400, la separó del grupo de alumnos con la excusa de ofrecerle un trabajo. Entonces -relató- la llevó hasta un baño, donde la habría atacado sexualmente.
Al regresar a su casa la menor le describió lo sucedido a su madre, junto a quien radicó una denuncia policial. A partir de entonces se inició una causa penal en cuyo marco se le realizaron distintos peritajes a la víctima, y se determinó que presentaba lesiones “compatibles con un acceso carnal no consentido”.
Una vez conocidos estos resultados el fiscal Pelegrinelli solicitó una orden de allanamiento que fue concedida por el juez de Garantías Saúl Errandorena, lo que permitió que la policía acudiera al gimnasio el miércoles siguiente y detuviera al acusado, de 31 años.