Prisión preventiva y embargo de 500 millones a otro detenido por lavado
Se lo acusa de proveer de estupefacientes a una célula narco que operaba en Trenque Lauquen y que fue condenada ya en el año 2016. También afronta cargos por lavado de activos.
El dueño de un lubricentro de esta ciudad quedó procesado con prisión preventiva y un embargo de 500 millones de pesos al sostener la Justicia Federal la acusación en su contra por venta de estupefacientes y lavado de dinero.
Carlos “Cocucha” Pili había sido detenido a fin del mes pasado por orden del juez Santiago Inchausti y como resultado de una investigación derivada de una causa por comercialización de drogas en la localidad de Trenque Lauquen.
En la hipótesis acusatoria a Pili se le atribuyen relaciones directas con otras personas procesadas o condenadas por la Justicia Federal como Leopoldo “Polo” Carrena (testaferro de Carlos Salvatore en la causa Carbón Blanco y que fuera detenido en Mar del Plata en 2021), Sergio “Cocón” Sala (a la espera de juicio oral considerado un “mito de la droga”) y Gastón Russo (condenado en la causa Dólar Blanco).
El foco sobre “Cocucha” Pili lo pusieron los investigadores a partir del año 2014, cuando un hombre llamado Marcos Castro fue detenido, junto a Cristian Aro y Verónica Morrone, por vender cocaína en Trenque Lauquen. Al cabo de los allanamientos (dos en Mar del Plata y uno en esa localidad del interior bonaerense) se secuestraron teléfonos celulares y otros elementos de prueba que concluyeron en la condena del trío en 2016. Pero además se desprendió de esa investigación que Castro utilizaba un servicio de encomiendas para recibir droga o enviar dinero, y que su proveedor estaba en Mar del Plata. También algunas veces viajaba a esta ciudad para llevar la cocaína que luego distribuiría en Trenque Lauquen.
El análisis de las llamadas telefónicas en ese expediente permitió establecer que Pili mantenía una fluida relación con Castro y que hablaban de intercambio de “pintura” o “aceite”. Para la Justicia Federal está claro que esos diálogos telefónicos eran naturalmente para acordar transacciones por droga.
Otro de los aspectos que llamó la atención de los investigadores fue el patrimonio de Pili, aunque la mayoría de los automóviles de alta gama que poseía los colocaba a nombre de su madre, una mujer monotributista que falleció no hace mucho tiempo. También había varios plazos fijos cuya titularidad correspondía a la mujer. En su declaración Pili aseguró que todos sus ahorros eran producto de 25 años de trabajo y de lo heredado de su abuelo.
Esa presunción de procedencia ilícita del dinero sustentó la acusación y también se le dio contexto criminal a la vida de Pili a partir de muchas relaciones con personas vinculadas al mundo del lavado de dinero o narcotráfico. En comunicaciones telefónicas se advirtió un vínculo directo con Sergio Sala, incluso hablando con él tras ser detenido en marzo de 2019 y ofreciéndose a cobrar deudas o intimidar a testigos para que no declaren.
En su descargo Pili dijo que tanto a Castro, como a Sala y a Russo los conocía porque le “atendía” sus automóviles en el lubricentro, que esa era toda su relación comercial, y que con Carrena no tenía ningún vínculo, que solo le compró una camioneta a través de un empleado. Esa camioneta, una Amarok le fue secuestrada a Pili en el año 2021 en el marco de otra causa en la que él no estaba imputado.
Por lo pronto, Pili continuará el proceso en su contra en detención y se embargaron sus bienes por un monto total de 500 millones de pesos, además de que la Justicia analizará el destino que se le dará a los automóviles y el dinero secuestrados durante esta investigación.
Vale recordar que días atrás el mismo juez Inchausti había procesado por lavado de dinero a Mauricio Di Norcia, otro hombre al que se lo vinculaba a Sala y que también se dedicaba a la compra-venta de automotores.