La Justicia de Garantías dictó en las últimas horas la prisión preventiva de Ricardo Aguerrido, el único imputado detenido por el crimen del empresario Ezequiel Guasone (48), ocurrido el 25 de julio pasado en su local de la esquina San Lorenzo y San Luis.

En su fallo -al que accedió LA CAPITAL-, la jueza Rosa Frende consideró que existen razones para que el acusado permanezca privado de su libertad, aunque le ordenó a la fiscal Romina Díaz que investigue otras posibles líneas posibles para esclarecer el caso. La magistrada hizo lugar al pedido de la instructora judicial luego de analizar las pruebas presentadas y determinar que, de ser excarcelado Aguerrido, el normal desarrollo de la pesquisa podría correr peligro y que, además, existe un potencial riesgo de fuga de su parte.

Según pudo saber este medio, el abogado defensor, César Sivo, buscará que se le conceda a su cliente el beneficio de arresto domiciliario, tal como lo planteó en una audiencia realizada el pasado jueves en Tribunales, tras señalar que éste siempre estuvo ajustado a derecho. Para esto, la jueza manifestó en su sentencia que deberá presentar un informe socioambiental sobre el lugar en el que permanecería detenido en esa posible circunstancia el imputado, y que fije un domicilio.

En caso de prosperar esa iniciativa, Aguerrido debería recibir la colocación de una tobillera electrónica a través de la cual se produciría el monitoreo de sus movimientos para mantenerlo controlado.

Cabe recordar que el hasta ahora único detenido en la causa fue inquilino de la víctima y, según su propia declaración como imputado, Guasone era además un “amigo” que en alguna oportunidad le suministró estupefacientes.

La noticia del crimen de Guasone se conoció pasadas las 13 del domingo 25 de julio, cuando su cadáver fue hallado por amigos y familiares con el cuello atado a una cuerda. El sábado anterior, su ex mujer -con la que a pesar de estar separado convivía- había denunciado su desaparición en la comisaría novena.

Ezequiel Guasone.

En un principio, se sospechó que se había tratado de un suicidio, aunque por algunos golpes que presentaba el rostro del empresario no se descartó la hipótesis del homicidio. Horas más tarde, sin embargo, el informe preliminar de autopsia realizado por los médicos forenses estableció que, efectivamente, Guasone había sido asesinado.

El 30 de julio siguiente, la fiscal Díaz ordenó la detención de Aguerrido, que se consumó al día siguiente por obra del personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, que localizó al acusado en la vivienda de su hermano en la zona de Castelli al 4000. Según la investigación que llevó a cabo la instructora judicial, el imputado habría matado al empresario luego de un enfrentamiento entre ambos iniciado varios meses atrás por deudas y problemas económicos que ambos se reprochaban.

Ricardo Aguerrido fue detenido el 30 de julio.

Guasone sostenía, conforme lo declararon distintos testigos que formaban parte de su entorno, que Aguerrido le debía gran cantidad de dinero por el alquiler de su local, en el que junto a su hijo -a nombre de quien figuraba el contrato- habían montado negocios gastronómicos sin éxito. Por su parte, el acusado, al declarar ante la fiscal Díaz, señaló que en realidad era la víctima la que le debía dinero a él y que, amparado en eso, de nada le hubiera servido cometer tal crimen.

Del contexto investigado también subyace un posible entramado de venta y consumo de drogas que aún no fue esclarecido.