Empieza este sábado el play-off que nadie quiere jugar. Desde las 20, en el Polideportivo “Carlos Cerutti”, de Córdoba, Quilmes visitará a Atenas, en el inicio de la serie al mejor de cinco partidos por la Permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol. Quien logre prevalecer, esto es, el que primero consiga ganar tres partidos, se quedará en la máxima categoría. Y el que pierda, jugará la próxima temporada en la Liga Argentina (ex TNA).

Son dos históricos de la competencia. El “griego” ha participado en las 35 ediciones (todas) de la LNB. Y además ha ganado nueve títulos (el líder de la estadística), aunque el último de ellos data de la temporada 2008/09.

Desde su primera temporada en la elite (1991/92, cuando logró su primer ascenso), el “tricolor” ha participado en 25 Ligas. Su mejor resultado es haber llegado a semifinales (o su equivalente de finales de Conferencia). En ese período también tuvo que jugar tres campañas en la categoría inmediata inferior, ya que soportó tres descensos. Y su rasgo distintivo es que logró regresar a la máxima divisional en el año inmediato posterior.

Está claro que ninguno de los dos cumplió un buen torneo en esta edición 2018/19. De hecho, fueron los dos peores equipos, con apenas 12 triunfos en 38 partidos de fase regular.

Pero ahora, es como empezar de nuevo. Casi como un mini-certamen en el cual el objetivo será llegar cuanto antes a los tres triunfos necesarios para la salvación.

Acaso por haber pasado antes por situaciones apremiantes como ésta, Quilmes tenga un mayor aplomo teórico para afrontar el play-out. Más allá de que hace varios años que no pelea por el título, casi siempre ha estado emparentado con el protagonismo en instancias importantes.

Y concretamente en esta 2018/19, por jerarquía de uno y otro plantel, acaso Quilmes podía imaginar llegar a esta situación y bien pudo transcurrir gran parte de la temporada preparándose para este momento. En cambio, Atenas tenía margen como para ilusionarse con mejores resultados. Y ciertamente, no sólo nunca los consiguió, sino que el equipo tampoco encontró una línea de juego.

Los cordobeses soportaron el despido de un entrenador de primera línea, como Nicolás Casalánguida, que había relegado a un Generación Dorada como Walter Herrmann, y afrontó numerosos cambios de nombres.

Uno de los que llegó con la temporada empezada es el base Maximiliano Stanic (40 años), quien ya estaría disponible luego de un desgarro en el muslo de su pierna izquierda, que le hizo perderse los últimos 10 partidos de la fase regular.

Otro de los cambios fue la inclusión del pivote Leon Williams, quien en realidad sustituyó a Xavier Roberson cuando Atenas ya había agotado el cupo de recambios de extranjeros. Amparado por un vacío reglamentario, los cordobeses despidieron a Roberson y sumaron a Williams como sustituto temporario por el Sub 23 Joaquín Lallana, quien sufrió una fascitis plantar.

En su déficit más marcado, los dos equipos tendrán que buscar su fortaleza para intentar salir indemnes de esta serie tan demandante desde lo físico y desde lo mental: la defensa. Ambos registraron los peores números del torneo en ese apartado, con casi 85 puntos en promedio permitidos de sus adversarios en cada partido.

Los antecedentes marcan un triunfo para cada uno. En febrero pasado, Quilmes ganó en Mar del Plata, por 86 a 78; y hace un par de semanas, Atenas se impuso en el “Cerutti”, por 89 a 71.

Formaciones

Atenas
Franco Baralle, Mateo Chiarini, Jonathan Moore, Nicolás Romano y Leon Williams. DT: Osvaldo Arduh.

Quilmes
Víctor Fernández, Lucas Ortiz, Winsome Frazier, Sebastián Morales y Richard Jackson. DT: Javier Bianchelli.

Estadio: Polideportivo “Carlos Cerutti”.
Arbitros: Diego Rougier, Fabricio Vito y Leonardo Zalazar.
Hora: 20.