La Patagonia Argentina, especialmente el norte de Santa Cruz y parte de la provincia de Chubut, sufrió esta semana el equivalente a un huracán de categoría 3, con ráfagas de viento que superaron los 200 kilómetros por hora. Mientras eso ocurría, las nevadas se intensificaron en otra zona del sur del país. En tanto que, en la mitad norte argentina, el calor extremo también trajo complicaciones. ¿Qué fue lo ocurrido en las últimas jornadas y a qué se debe?.

Pedro Daniel Mazza, especialista en meteorología, dialogó con Portal Universidad y realizó un informe sobre la situación vivida entre el 25 y el 26 de octubre. “En un mismo país, en el mismo día y prácticamente a la misma hora, convivían el invierno producto de las nevadas en el sur, un verdadero vendaval en el centro de la Patagonia, y una situación de pleno verano en el noreste de la República Argentina”, destacó. 

El hecho meteorológico comenzó el 24 de octubre y transcurrió durante 48 a 60 horas. El columnista de Radio Brisas comentó que “el país estaba dividido en dos partes: mientras que la Patagonia era afectada por una abundante nubosidad que venía desde el Océano Pacífico hacia el Atlántico cruzando altísimas velocidades dadas por el viento, todo lo que era el centro y norte estaba con cielo despejado y con altísimas temperaturas”.

Este hecho, “fomentó la estabilidad en el centro y norte de la República Argentina intensificando los sistemas de alta presión y condiciones de equilibrio estable. Por el otro lado, profundizó los centros de baja presión que habitualmente pasan por la Patagonia”, expresó.

Mazza explicó que la escala Saffir-Simpson es la que indica la categoría que alcanzan los huracanes y específicamente, por el hecho ocurrido en la Argentina, observaron que “la Patagonia estuvo en la categoría 3 con viento que estuvo entre los 378 y 209 kilómetros por hora, incursionando prácticamente en la categoría 4”.

“En los registros de yacimientos petroleros, que están en el límite entre la provincia de Chubut y Santa Cruz, cuentan con estaciones meteorológicas automáticas donde se registraron ráfagas de 213 y 206 kilómetros por hora”, destacó.

Igualmente, Mazza declaró que “no es nada nuevo, nada que no haya pasado. Lo que sí es curioso es la intensidad que alcanzó“. A lo que agregó que “esto va a volver a ocurrir porque, más allá que estamos en un contexto de cambio climático, cada vez que haya diferencia de temperatura habrá diferencia de presión y cada vez que haya diferencia de presión habrá como resultado vientos fuertes que van a ser directamente proporcionales, más intensos”.