Los egresos de divisas vinculados a viajes al exterior, gastos de turismo y compras caerían a una cifra entre 4.500 y 5.500 millones de dólares en 2020, luego de alcanzar los 7.000 millones en 2019 y de haber superado los 10.000 millones en 2018, estimó la Fundación Mediterránea (FM).

El Instituto de Estudios de la entidad (Ieral) destacó que “el resultado neto del balance cambiario de este rubro se habrá de beneficiar por este factor, aunque los ingresos de dólares asociados a turistas extranjeros en el país resultan más difíciles de proyectar”.

Por otra parte, el informe de coyuntura de la entidad advirtió que la contracción del turismo emisivo (residentes que viajan al exterior) “puede tener consecuencias indirectas sobre el turismo receptivo”.

Éstas se deberían a que la rentabilidad de las rutas internacionales “podría disminuir en forma significativa y afectar su sustentabilidad, acotando la posibilidad de recibir turistas del extranjero”.

El Ieral recordó que desde 2012 hasta 2015 se aplicó el recargo a los consumos con tarjetas de crédito en el exterior (turismo, compras online), que se consideraba un adelanto a cuenta de los impuestos a las Ganancias o Bienes Personales, según la condición tributaria de cada contribuyente.

Ahora la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva creó un nuevo impuesto por el término de 5 años, con una alícuota de 30%.

Según el cálculo de la FM, que estima para 2020 un incremento salarial de 35% y una suba del tipo de cambio oficial de 30%, el año próximo “se observará una contracción de la capacidad de pago en términos de turismo emisivo, lo cual dará lugar a una nueva reducción en la cantidad de viajeros residentes al exterior”.

La caída en el número de viajeros transfronterizos se estima en torno del 30%, con lo cual “por primera vez en 12 años la cantidad de turistas que salen del país sería menor a la cantidad de los que ingresan al país”, concluyó el informe.