Una nota presentada por la firma Playa Azul SA -concesionaria del estacionamiento de Playa Grande- para instalar un boliche en ese sector empezó a desatar la semana pasada una controversia en el Concejo Deliberante.

Mientras el apoderado de la empresa, Rubén Vespa, sostiene que promoverá a Playa Grande como núcleo de la “Mar del Plata de 12 meses”, concejales opositores y sectores cercanos a otros concesionarios de balnearios advierten que el pliego original prohíbe expresamente la posibilidad de que se abra un local nocturno en ese lugar.

De acuerdo con la presentación de Playa Azul, el boliche no afectaría la cantidad de vehículos que podrían ubicarse en el estacionamiento e inclusive mejoraría la propuesta original.

“Entendemos que el espacio físico concesionado a mi representada puede ser optimizado en cuanto a su uso y utilización sin afectar por ello lo arquitectónico y sin ver disminuida la capacidad de utilización para la actividad primordial del sector: el estacionamiento”, señala Vespa. “A la par de ello se pretende generar un espacio de esparcimiento seguro, que complemente la idea gastronómica, comercial y recreativa que vienen llevando a cabo otras unidades turísticas fiscales”, agrega.

Como argumento menciona que, “en orden a la reversibilidad del proyecto”, se pueden llevar a cabo actividades ya autorizadas por las cláusulas particulares del pliego, como “centro cultural, galería de arte, salón de exposiciones, espacio cultural con show en vivo, factoría teatral, talleres específicos, muestras artísticas, instalaciones, sala de espectáculos artísticos y teatrales, salón de conferencias, salón de fiestas y eventos, sala de proyecciones” y “actividades deportivas bajo techo”.

La intención, especifica Vespa, es llevar a cabo “actividades culturales y sociales diversas que permitan incrementar la propuesta de arte de la ciudad” y generar “muestras pictóricas, talleres de pintura y escultura, talleres de teatro, cursos diversos relativos a lo artístico, música” y “aprendizaje de instrumentos musicales”.
Más allá de esas actividades, la empresa apunta a conseguir autorización para desarrollar el rubro “confitería bailable” en “una porción secundaria y delimitada del espacio concesionado”.

La firma sostiene que la nueva explotación generaría 80 puestos de trabajo en relación de dependencia en temporada invernal, 100 durante los fines de semana largo y 150 en verano. Se trata de “encargados, barmans, bacheros, cajeros, porteros, personal de seguridad, encargados de depósito, encargados de compras, disc jockeys, iluminador, personal de mantenimiento, personal de limpieza, personal encargado de redes sociales y marketing, personal a cargo de las relaciones públicas y administrativos”, entre otros.

También “redundará en mano de obra” durante la etapa de construcción, para la que se estima una inversión “que ronda los 14 millones de pesos”.

Para la empresa, “si bien el sector ha tenido un cierto desarrollo”, hasta la fecha no logró “llegar en forma adecuada al público durante los 12 meses”, por lo que la propuesta “intentará mejorar, jerarquizar y enriquecer el sector con usos y alternativas”.

“Está prohibido”

Apenas fue presentada la nota en el Concejo empezó a gestarse la controversia. “Del análisis preliminar que hicimos surge que está prohibida la apertura de un boliche en el estacionamiento de Playa Grande”, dijo a LA CAPITAL un abogado cercano a empresarios de balnearios.

El letrado anticipó que habrá una reunión entre los concesionarios de Playa Grande para analizar el pedido. “Se está pensando en hacer una presentación para dejar sentada la postura ante el Emtur ?el Ente Municipal de Turismo? y eventualmente se recurrirá a la Justicia”, advirtió.

La jefa del bloque de Acción Marplatense, Claudia Rodríguez, señaló que el pliego original de la licitación del estacionamiento de Playa Grande “prohíbe expresamente que se instale un boliche”.

La edil recordó que, con la licitación del complejo, se creó un consorcio de concesionarios. “Con lo cual, el consorcio debería tener participación en este tema”, opinó.

A la concejal le llamó la atención la forma en que ingresó el pedido al Concejo Deliberante: sin pasar antes por el análisis de las áreas municipales que regulan las concesiones de las unidades turísticas fiscales. En esa línea, consideró imprescindible la intervención de la Dirección de Recursos Turísticos.

También cuestionó los giros que la presidencia del Concejo le dio a la nota: “Le dieron solamente a Turismo y Legislación. Debería tener Turismo, Obras, Legislación y Hacienda, como el pliego original”.

En el Concejo aclararon que los giros son tres: primero deberá abordar el expediente la Comisión de Turismo, luego la de Obras y por último la de Legislación.