En junio de este año se inició en la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), un servicio de préstamo de notebooks gratuito para que todos los usuarios tengan acceso a esta importante herramienta.

A dos meses de su implementación, Oscar Fernández, director de la Biblioteca Central para conocer detalles sobre el funcionamiento del sistema y un balance sobre el uso del mismo al día de la fecha.

En primer lugar, Fernández se refirió a las razones detrás de la implementación del préstamo de notebooks y sus orígenes. “El sistema de préstamo de notebooks fue realizado a instancias de la Secretaría de Bienestar de la Comunidad Universitaria y considero que fue una decisión muy acertada. A través de los servicios que presta la biblioteca a toda la comunidad universitaria, fue posible instrumentar este nuevo servicio para que los usuarios puedan realizar actividades en el ámbito de la biblioteca. El servicio fue a instancias de Ana Galván, la secretaria de bienestar en su momento y fue continuado por las actuales autoridades de la Secretaría”.

Sobre las características del servicio, Fernández precisó: “En este momento tenemos 20 notebooks a disposición de los usuarios y es un servicio que hace 2 meses comenzó a funcionar y ha tenido un gran éxito. Tiene una gran demanda desde el momento que abrimos la biblioteca y a lo largo de ese tiempo concurre una gran cantidad de personas a utilizarlo porque les permite a los usuarios poder disponer de una herramienta a la que es complejo acceder”.

Asimismo, dijo que “muchos alumnos han realizado trabajos a través de celulares durante la pandemia y a veces no pueden acceder a trabajos que les asignan porque implican el uso de esta herramienta tecnológica y no disponen de la misma. Muchas prácticas quedaron en la virtualidad y eso hace que los estudiantes necesiten, para su normal vida académica, poder acceder y utilizar computadoras”.

Con relación a los requisitos para acceder al préstamo de notebooks, el director de la biblioteca expresó que basta con hacerse socio, en un trámite que se hace de manera inmediata y permite utilizar los dispositivos en las salas de lectura de la biblioteca. “Este servicio no tiene ningún costo, ninguno de los servicios que se prestan en la biblioteca es arancelado. Tampoco pusimos límite de tiempo y horario para usarla dentro de los horarios de funcionamiento de la biblioteca”, detalló.

En ese mismo sentido, Fernández explicó que la biblioteca es pública y su uso no se restringe exclusivamente a estudiantes: “Pueden ir personas de toda la comunidad, estudiantes, docentes, investigadores de otras universidades que también utilizan el servicio. No tenemos limitaciones, por el contrario, tratamos de incentivar que mayor cantidad de personas puedan utilizar los servicios”.

Recepción por parte de los usuarios

Con relación a la recepción de este nuevo servicio por parte de los usuarios, Fernández explicó que se ha notado que “tienen un cuidado extremo de los equipos”, ya que en estos dos meses no se ha suscitado ningún problema con ningún usuario. Sin embargo, aseguró que desde la biblioteca se han tomado recaudos para conservar el material. “Se han incorporado distintos programas que hace que tengan los cuidados lógicos, que no permiten descargar contenido malicioso, virus, o cualquier software que pueda afectar a los equipos”.

“Los usuarios están muy agradecidos y lo reciben con mucho beneplácito, porque lo perciben como una solución para una gran dificultad tenían. Si bien todas las facultades disponen de un centro de cómputos, no disponen de un horario tan amplio como la biblioteca central. Es importante recordar que las instalaciones funcionan de 8 a 20 hs. de lunes a viernes y a partir de septiembre vamos a abrir también los días sábado”, agregó.
Se proyecta la ampliación del servicio

Sobre la expansión de esta medida, Fernández hizo referencia a una potencial ampliación del servicio en los próximos meses. En ese sentido dijo que: “La demanda va a ir en aumento, vemos que día a día se sigue incrementando. Son 20 las máquinas que tenemos a disposición pero en realidad hay una mayor cantidad de dispositivos que serán puestos a disposición a medida que vayamos observando un incremento en la demanda”.

Por otro lado, destacó que la biblioteca se encuentra actualmente atravesando un proceso de obras que limita la posibilidad de ampliar este servicio en el plazo inmediato pero que en breve lo hará posible. “Una vez finalizadas las obras en el primer piso, podremos disponer de un espacio adecuado para utilizar estas máquinas con mayor comodidad, ya que se incrementarán los puestos de lectura”, explicó.

Finalmente, se refirió a la importancia de suplir una necesidad demandada por los estudiantes y dijo: “La experiencia de la pandemia nos ha generado una gran cantidad de desafíos por venir. Las nuevas prácticas bibliotecarias fueron atravesadas por esta realidad y la virtualidad nos permitió descubrir un escenario muy rico, que nos permitió crecer y llegar a nuevos usuarios e identificar potenciales demandas que necesitamos cubrir”.