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Deportes 24 de septiembre de 2018

Prepotencia

por Vito Amalfitano

Prepotencia futbolera. La de Cristian Chávez. Por ella Aldosivi sumó un triunfo muy valioso ante Belgrano en el Minella para su muy buen inicio de campeonato.

Sin Pisano en cancha, el equipo de Mar del Plata se quedó sin su máximo abastecedor de juego, que además puede acompañar y ejecutar en zona de definición.

Aldosivi apeló así, desde el comienzo, a sostener la estructura, a mantener el orden que es su principal virtud en esta Superliga. Y lo consiguió con relativo éxito, en suspenso por momentos. Le tambaleó ese armado cuando algunos de los mejores jugadores de Belgrano se encontraron con cierto talento colectivo en los primeros 15, 20 minutos.

En ese lapso la visita gestó un par de combinaciones muy lúcidas, y en una de ellas Matías Suárez estuvo a punto de convertir tras un pase de Adrián Balboa.

Sin transición de juego solo la prepotencia de Chavez, ya en el primer tiempo por derecha, y la búsqueda de Ozuna por izquierda soltaron un poco a Aldosivi. Al menos para llegar al equilibrio.

En el marco de una paridad mediocre, con muchas imprecisiones, y nada de fútbol, el partido viajó paulatinamente hacia el 0 a 0. Muy esporadicamente se visibilizó alguna luz, pantallazos tan fugaces como las de la luna llena que apareció y desapareció de la postal del Minella la lo largo de todo el atardecer y la noche.

Un 0 a 0 casi inexorable. Alguna luz que solo aportaba el propio Belgrano, con nuevas apariciones de Suárez y Brunetta, pero sin profundidad. Sí hubo una jugada un poco más sucia en la que Amor salvó providencialmente a Aldosivi. Y no mucho más.

Pero siempre estuvo latente Chávez para romper ese sopor, para despejar ese olor a 0 a 0. Al acecho.

Un error de Lértora le permitió meter el zarpazo. Cuando tuvo una, “La Joya” no perdonó. Y su prepotencia no se detuvo con ese gol. Le quedó resto, potencia física y fe para ir a buscar la pelota al medio, cuidarla como si fuera un armador y desde esa acción sostener la jugada que derivó en la entrada de Castillón que terminó en otra entrada como “un rayo” del propio Chávez.

Aldosivi, al cabo, sostuvo como pudo su relativo orden para el cero. La prepotencia de Chávez hizo el resto. Para sumar en grande y mezclarse entre los de arriba.

@vitomundial



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