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La Ciudad 12 de septiembre de 2019

Preocupación por el estado del sistema de bibliotecas

Los trabajadores aseguran que falta personal y rechazaron el "proceso de cierre" de la que funciona en el club Kimberley.

Trabajadores de las bibliotecas municipales expresaron su preocupación ante la Defensoría del Pueblo por la actualidad que se atraviesa en sus lugares de trabajo. Además de denunciar que falta personal debido a que o se incorporan empleados hacer varios años, lapso en el que hubo 16 jubilaciones, hicieron especial hincapié en el “proceso de cierre” que se está desarrollando en la Biblioteca Joaquín V. González que funciona en el Club Kimberley. En ese sentido, transmitieron su “absoluta oposición” al cierre cuando faltan noventa días para el cambio de gestión.

Los defensores del pueblo de General Pueyrredon Fernando Rizzi, Luis Salomón y Daniel Barragán, mantuvieron un encuentro con los trabajadores mientras que también se comunicaron con usuarios de las bibliotecas.
Los empleados reclaman además la incorporación a la estructura municipal de la Hemeroteca que guarda la historia de Mar del Plata y que constituye parte del patrimonio de los habitantes de nuestro distrito, que en caso de no ser protegido significaría la pérdida de la memoria de la sustanciosa vida de nuestras ciudades.

Sistema municipal

El sistema municipal de bibliotecas de General Pueyrredon está conformado por veinticuatro unidades. Doce bibliotecas que funcionan en edificios municipales, once bibliotecas populares protegidas que funcionan en sociedades de fomento, una biblioteca parlante para ciegos y disminuidos visuales y tres especializadas dedicadas a Naciones Unidas, hábitat, teatro y discapacidad.

El último ingreso de personal fue de cinco trabajadores en el año 2011, habiéndose jubilado desde ese momento dieciséis, estando a la espera de cuatro jubilaciones en los próximos meses.

Con un parque informático “obsoleto e insuficiente”, los bibliotecarios intentan sostener cada servicio cumpliendo una función trascendente desde el punto de vista cultural para distintos barrios de la ciudad.

Además del préstamo domiciliario y la consulta en sala, las bibliotecas desarrollan talleres de apoyo escolar, artístico, lecturas, idiomas, huertas, ajedrez, gimnasia y finalización de estudios.

A pesar de los esfuerzos del personal se han cerrado entre 2016 y 2019 cinco bibliotecas protegidas, habiendo once con servicios restringidos por falta de personal.