Existe una honda preocupación en el distrito por la poca cantidad de operaciones que se generan en el mercado automotor. Algunos de ellos les han transmitido la angustia al intendente Reino porque no pueden mantener las estructuras.

Según el informe estadístico elaborado por la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de Propiedad del Automotor (DNRPA), en el partido de Balcarce durante 2018 se comercializaron un total de 908 unidades cero kilómetro. En 2017 se vendieron 1.083 unidades, o sea que significó una caída del 15 por ciento.

El titular de Flex Automotores, una tradicional concesionaria de la ciudad con más de cincuenta años en el rubro, no ocultó su preocupación y las pocas expectativas que tiene para el año que recién comienza.

“La realidad es que se están cerrando concesionarias todos los días porque con el nivel de ventas que tenemos no podemos solventar los gastos”, dijo Rodolfo Flex a LA CAPITAL.

En su análisis, resaltó que en diciembre la caída de ventas fue de casi el 40%. “Esto produjo que, por ejemplo, la fábrica de Fiat siga vendiendo el 0 km modelo 2018 y no cambian el certificado. Todavía no hay un modelo Fiat 2019 y esto les está pasando a otros también”, aseguró.

El concesionario comentó que existe un stock de autos en el país para por lo menos cinco meses de ventas. “Las fábricas no quieren producir porque no hay ventas, las concesionarias no quieren comprar porque están superstockeadas. Esto va generando una histeria importante en el sector”, añadió.

Respecto a las razones que habrían provocado el descenso de ventas de autos cero kilómetro se encontraría la suba que sufrieron. “El precio de lista de los autos aumentó entre un 60 y un 70% que hizo que el auto más barato del mercado esté por encima de los 400.000 pesos. Cualquier auto medio que antes compraba cualquier trabajador está en un millón de pesos, que es algo imposible de alcanzar”, argumentó.

Flex también comentó que las fábricas se manejan en dólares y que los autos están por debajo de los valores históricos y hace que las terminales pierdan plata y las concesionarias también porque no hay ventas. “Todos perdemos plata porque las ventas que tenemos no nos alcanza para pagar los gastos. Esto creo que está pasando en distintos comercios y pymes, por eso no sé cuánto tiempo más se podrá aguantar esta situación”.