Una vez más la falta de seguridad en el predio de disposición final de residuos impidió el ingreso de los camiones de la empresa 9 de Julio por lo que el servicio de recolección de basura fue suspendido este miércoles a la noche.

Según pudo confirmar LA CAPITAL, el playón donde los camiones deben descargar se colapsó debido a que desde el martes a la noche hasta la tarde de hoy fue arrojada la basura que se levantó de las calles de la ciudad. Al no haber seguridad que garantice el trabajo de los recicladores y operarios de la UOCRA, los residuos quedaron depositados en el playón lo que provocó que los camiones de la empresa 9 de Julio no pudieran seguir descargando.  “Ahí es necesaria la policía. Con la seguridad privada no alcanza”, confió una fuente consultada por este medio.

La situación en el predio es tan riesgosa para la seguridad de los trabajadores que incluso los empleados municipales debieron retirarse del lugar y se llevaron hasta las computadoras.

El conflicto se desencadenó el viernes pasado, luego de que los efectivos policiales que custodian el predio de disposición final resolvieran no prestar más servicios.

Por un lado reclaman pagos adeudados y que el municipio eleve de los actuales 77 pesos a 145 pesos el valor de las horas adicionales que reciben como remuneración.

No obstante, como telón de fondo existe también una fuerte tensión entre el intendente Carlos Arroyo y el ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo.

De hecho la semana pasada desde el Ministerio se dispuso prohibir que la Municipalidad continúe utilizando a la Policía Local para custodiar edificios municipales.

La medida fue comunicada luego de que el gobierno de Arroyo dispusiera suspender la provisión de combustible a patrulleros por “razones financieras”.

El reclamo de los efectivos de la Policía Bonaerense en el predio provocó que desde el viernes pasado los camiones no puedan ingresar para realizar las tareas de descarga, debido a que los trabajadores requieren de su presencia para evitar incidentes con los recuperadores que se desempeñan en el lugar de manera informal.

Esta situación provocó que recién el lunes a la tarde la Municipalidad encontrara una solución: puso en lugar de los policías a trabajadores de seguridad privada, por lo que los camiones volvieron a ingresar. La normalidad duró sólo unas horas: poco después los recicladores comenzaron una protesta por “las pésimas condiciones” en las que se encuentra el playón de descargas.

Después de idas y vueltas, el martes a la tarde los recuperadores decidieron levantar el bloqueo y los camiones volvieron a trabajar. Eso permitió que se llegara a levantar mucha de la basura que estaba en las calles de la ciudad.

Por este miércoles otra vez volvió el conflicto y el servicio de recolección debió suspenderse una vez más.