“Post Pop Depression”, el álbum más “brillante” y “oscuro” de Iggy Pop
La prensa británica llenó de elogios el nuevo trabajo de la Iguana. Halló un socio adecuado en el guitarrista Josh Homme (Queens of the Stone Age).
por Rubén Serrano
El rockero estadounidense Iggy Pop publicó su nuevo álbum “Post Pop Depression”, un trabajo que la crítica británica calificó de “brillante”, con grandes toques de “oscuridad” y en el que “se proyecta la sombra de David Bowie”.
El nuevo material es el resultado de la colaboración entre James Newell Osterberg, el hombre de 68 años que se esconde tras Iggy Pop, y el fundador del grupo de rock Queen of the Stone Age, Josh Homme, que ejerce esta vez de productor.
A ellos se les unieron otros dos músicos contemporáneos igual de influyentes, el baterista de la banda británica Arctic Monkeys, Matt Helders, y el bajista y tecladista Dean Fertita, para crear un álbum “conciso y lúdico” que aúna en la misma medida “rabia y deleite”, según el veredicto de varias publicaciones musicales de culto.
Los críticos llenaron de halagos los nueve temas que componen la compilación decimoséptima de Pop, sobre la que el rockero ya avisó que sería la última de su extensa carrera profesional de más de 50 años.
La revista musical del Reino Unido NME le otorgó la máxima puntuación -cinco estrellas- al reseñar que Pop y Homme han “creado algo brillante de la nada”.
“Post Pop Depression” se erige como un álbum “desafiante y heroico”, plagado de “rock de garaje inteligente”, que muestra “lo que más preocupa” al estadounidense en estos momentos: el sexo y la muerte.
Desde la redacción del diario británico The Independent, calificaron de “alivio” que Pop “haya vuelto al “hard rock” y se haya puesto serio de nuevo” tras experimentar con el jazz en sus dos últimos discos en solitario “Après” (2012) y “Préliminaries” (2009).
Para Clash, publicación británica especializada en el ámbito musical, “una oscuridad tangible” y “una corriente de furia” dominan todo el álbum, en el que también se encuentran algunas de las “mejores letras escritas” por el rockero.
A través del genuino “Paraguay”, “el tema con más enfado que Pop ha lanzado al mercado desde ‘I’m Sick Of You’ (1977)”, queda patente que el artista no está tan preparado para enfrentarse al fin de sus días, como sí lo estaba su amigo David Bowie en su último trabajo “Blackstar” (2016).
Precisamente, los sonidos y el ambiente de temas como “Gardenia” o “American Valhalla” hacen “difícil de ignorar la sombra que proyecta Bowie sobre este álbum”, quien ya produjo dos compilaciones de Pop, “The Idiot” y “Lust For Life”, ambas de 1977.
Durante aquel año, los dos artistas compartieron piso en Berlín; una etapa que ahora Pop plasma en la canción “German Days”, un tema que empieza con una intensa introducción de guitarra para culminar con la voz del rockero disuelta casi entre susurros.
Las tres publicaciones coronan como la obra maestra del disco “Sunday”, una composición “elegantemente forjada” de funk-metal que explota en los últimos noventa segundos en un “dramático final” orquestado a ritmo de vals.
Lo nuevo del rockero estadounidense se concibió en enero de 2015 como un proyecto de colaboración entre Pop y Homme, quienes tras intercambiarse mensajes de texto y enviarse notas, maquetas, letras y algunos poemas por correo electrónico decidieron trabajar juntos.
Durante tres semanas se encerraron en el estudio de grabación de Homme en Joshua Tree (California), una localidad de 7.000 habitantes, hasta que finalmente vio la luz “Post Pop Depression”, un álbum que ambos financiaron de su bolsillo.
Esta simbiosis entre los dos iconos de la música actual hace que el reciente álbum de Pop no sea sólo un trabajo de despedida, ya que la mano del fundador de Queens of the Stone Age consigue que temas como los citados “Sunday” y “Gardenia” se queden pegados en la mente del público.
La revista Clash aclama además el bajo distorsionado de Dean Fertita, que ofrece “algunos de los momentos más emocionantes”, y el dominio de las baquetas de Matt Helders, que “demuestra con creces que también puede manejarse con grandes nombres”.
El carisma y magnetismo de Pop, que se encuentra en todo el álbum, también caló sobre estos tres músicos, que entraban en “un estado de depresión” y de tristeza cada vez que el cantante abandonaba el estudio.
EFE.